miércoles, 11 de septiembre de 2013

Banqueros, bancarios y asimilados( II) Altos ejecutivos bancarios.


Pero, volvamos a los empleados. En concreto a  los ejecutivos bancarios o lugartenientes de los banqueros. Aclaro que no se distinguen en nada de los altos ejecutivos de otro tipo de empresas y sectores. Su perfil y su proyección profesional suelen ser parecidos y seguir por muy similares derroteros. En su mayoría tienen licenciaturas y/o masters en materias de índole económica; sus primeros empleos fueron en firmas auditoras de fama mundial, desconocen el término fidelidad con cambios frecuentes por toda la geografía nacional e internacional(a esto último le llaman movilidad geográfica) de puesto y/o la empresa. Su leit motiv es subir en el escalafón. (Hacer carrera). A un lado, o atrás quedan familia, amigos,… Laxos y débiles con el fuerte o más arriba que ellos, e intransigentes y duros con el débil o los que consideran  inferiores. Pero lo que más les caracteriza a modo de denominador común es su falta de valores morales o de  Ética. Para ellos “todo vale”.

Hechas estas puntualizaciones, ahora “rescato” trozos de algunos de mis comentarios anteriores, de los muchos que he dedicado al tema de los altos ejecutivos:

En "El hombre del traje gris", queda bien reflejado el mundillo de la alta ejecutiva empresarial, encarnado en la novela  por Hopkins, el presidente de la compañía, otros dos directivos  y los empleados más inmediatos. Pienso que quien trabaje o haya trabajado en una gran empresa sabe cuán ciertas son las anécdotas y los hechos expuestos en la obra. Sloan Wilson no inventó nada. Su mérito, al menos para mí, ha consistido en dar cuerpo (describir) a esa realidad de la mediocridad usual en los que ocupan los más altos puestos en las grandes corporaciones. Personajes en cuyo haber principal, en la mayoría de casos, radica en estar donde están; comportándose como reyezuelos absolutos. Se rodean de un séquito de seres similares a sí mismos; caracterizados todos por una común desmedida ambición de riquezas y de poder. No escatiman esfuerzos para conseguirlos. Subir, escalar puestos, ese es el único objetivo verdadero. Detrás, caídos o abandonados a su suerte, dejan familia, amigos, valores, dignidad...todo. Para contrastar lo dicho, sólo hay que fijarse en cualquiera de esas tan conocidas empresas como, por ejemplo, los grandes grupos financieros, telefonía, grandes constructoras, etc. Se advertirá que sus más altos directivos (presidentes, consejeros delegados, directores generales…) como el Hopkins de la novela, al mismo tiempo que presidente, o vicepresidente, o consejero delegado de un grupo de empresas, lo son también de fundaciones, agrupaciones gremiales, artísticas o de clubs de fútbol (...)
Los privilegios que ostentan estos ejecutivos son un rosario de agravios comparativos con el resto de los empleados de la empresa. Quizás el mayor o más ostentoso, sea su retribución. Es decir, sus sueldos anuales de cifras millonarias, a los que hay que añadir las opciones sobre acciones, fondos de pensiones multimillonarios, seguros en paraísos fiscales, etc. etc. No pongo nombres concretos, porque es práctica generalizada en este tipo de compañías.
Otro monopolio arrogado es poder envejecer en el sitio de trabajo. Quede claro que no digo trabajando. Muchos superan los sesenta y puede que hasta los sesenta y cinco y allí están. Algunos, incluso, han cambiado los estatutos de la sociedad para prolongarse ad infinitum en el poder. Para los escasos casos de cese, el abandono de la poltrona conlleva el embolso de multimillonarias cantidades.
Por último, no quiero dejar de mencionar la impunidad que disfrutan, ya que si las estrategias y decisiones empresariales por ellos tomadas para el grupo empresarial resultan equivocadas, con consecuencias económicas graves, pues… ¡no pasa nada! (…)
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12 de octubre de 2011: (…) este comentario (…) acerca de la novela “El hombre del traje gris” fue en realidad una exposición de mi particular  idea sobre los altos ejecutivos  de los grandes grupos empresariales, de  sus modos y, principalmente,  de sus abusos. Conductas, al parecer y desgraciadamente,  usuales y extendidas por todo el mundo. Es igual su nacionalidad -estadounidenses, españoles, franceses, alemanes, italianos, rusos, chinos, japoneses, …  - todos actúan impulsados sólo por su personal avaricia en un afán desmedido  de riquezas y de poder; y entre más tienen más quieren, ¡son insaciables! (…) 

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France Telecom(en España, Orange) es la multinacional francesa equivalente a nuestra Telefónica(…) En la francesa, el estado francés mantiene aún un 27%.
Según leí en el artículo "Quemarse a lo bonzo por el trabajo", publicado en  el semanario de ABCXL Semanal, nº 1230, desde el 2008, entre  los  empleados de la operadora francesa se  vienen registrando  suicidios inducidos, al parecer,  por  el estrés emocional , o sea,"la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves" que  muchos de ellos, especialmente los más antiguos,   sufren(¡están sufriendo!) en esta  empresa.  Entidad a la que  suelen estar  fuertemente vinculados,  como el último que se suicidó quemándose a lo bonzo,  Rémy, de 57 años y treinta en France Télecom; el cual, según leí  en el artículo, desde el 2007, cuando su puesto de contable en una sucursal fue suprimido," comenzó a ser rebotado de un departamento a otro, de una ciudad a otra". También se explica que, en  septiembre de  2009, escribió a la dirección de recursos humanos una larga carta de seis páginas que no recibió respuesta. A continuación transcribo (corto y pego) el  párrafo de dicha carta publicado por XL Semanal:
«La consideración profesional, el reconocimiento, el simple respeto al ser humano debería guiar cualquier gestión. Aquí se está despojando de sus atribuciones a cuadros enteros y arrojándolos al cubo de la basura, víctimas de la movilidad forzosa y de la pérdida de confianza. La calidad en el trabajo ya no cuenta. Dentro de diez años todavía estaremos tratando el mismo asunto. O más bien no. Porque cierta categoría profesional habrá desaparecido por jubilación o por suicidio. Y el problema, ¡por fin!, se habrá solucionado... Yo pertenezco a esa categoría. Estoy de más».
(…) lo que más me impresionaba era el número de sesenta personas desesperadas que habían decidido acabar con su vida. Elevado  y creciente número. Y que, no obstante, no se hubiera ya zanjado la cuestión. Cuestión simple y evidente de poner coto a la avaricia desmedida de unos desalmados. Sí, desalmados, inclementes, despiadados, inhumanos, todos y cualquiera de estos adjetivos les son de aplicación.
(…), leí  otros artículos en  Público, en El MundoTerra, y en Clarín, (Argentina). Este último aunque referido al año 2009, cuando los suicidas  eran veinticinco, me pareció más útil porque habla, nos cuenta, acerca de  los empleados que se suicidaron  y sus últimas circunstancias laborales. Circunstancias penosas (traslados injustificados de puesto y plaza, merma arbitraria en sus retribuciones, descalificación laboral y personal, exclusión, descrédito,…)  que tuvieron el éxito esperado  por " la" o" las" maléficas mentes creadoras de tan maligno plan para mellar la autoestima  de los destinatarios; pero, las cuales, a la postre, fueron  las causas  que les impulsaron a terminar con su vida, convirtiéndolos en una  víctima más de ese pernicioso instrumento aniquilador de plantillas, llamado mobbing. (Acoso moral en el trabajo). 

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La moral del hombre de negocios( El cardenal, dic.2005)
En el libro "El cardenal" son planteadas algunas cuestiones muy interesantes. Una de éstas es el grave problema social que se plantea cuando la moral del hombre de negocios y la teoría económica del laissez faire pugnan contra el orden natural (o ley de Dios). Así como el papel de la Iglesia y de los gobiernos cuando surge esta problemática.

La obra se refiere, en concreto, a la crítica situación  de los
 EEUU de Norteamérica, en el período entre la PGM y el crac del 29, inicio de la Gran Depresión . Época marcada por la enorme especulación y los negocios fáciles de unos pocos. Lo que redundaba en un constante aumento de los beneficios y riquezas de éstos; frente a la sistemática y creciente degradación de las condiciones de trabajo y vida de las clases trabajadoras. Situación difícil, con unos gobiernos que han contribuido a ello con sus prácticas y sus leyes "impermeables a toda influencia espiritual", en la que el papel de los agentes sociales e instituciones públicas queda prácticamente anulado, bien por inoperante, bien por el empleo de estrategias y/o defensas desfasadas.

"No corresponde a la Iglesia dictar leyes que aseguren la equidad social, - nos dice H.M.Robinson, en boca de su protagonista - sino preparar hombres públicos que las promulguen, o sea, hombres de conciencia cristiana y propósitos moralizadores, según los cuales todo ser humano tiene derecho a la vida digna, moral y segura a que Dios le ha destinado... un sacerdote no es un sociólogo, ni un político, ni un organizador del trabajo, sino un mediador entre Dios y el hombre. Por eso debe concretarse, simplemente, a su labor, aun cuando León XIII(Rerum Novarum) haya demostrado que la Iglesia no es indiferente a los males económicos...sólo un sacerdote sabrá recordar a los hombres que Dios existió, existe y existirá siempre, a despecho del infierno de las borrascas ..."(pág. 649).

Cuando leía estas cuestiones, como  me suele ocurrir siempre, pensé en la situación de España, especialmente la de Cataluña, en estos últimos veinte o veinticinco años. También aquí, creo, la transformación, los cambios sobrevenidos en el ámbito político, económico, social y espiritual han sido brutales. De manera similar a lo contado en la novela, la moral del hombre de negocios y la teoría económica del laissez faire, que es en realidad la que subyace en nuestro actual modelo económico-social, está en pugna con la ley natural. Lo cual considero es el origen y causa de todo el mal que nos aqueja. Es decir, la imparable avaricia de unos contados individuos sin fe cierta, ni prejuicio moral alguno, corruptos y corruptores... "los más fuertes y éstos son los más implacables y los que menos oídos prestarán a los dictados de la conciencia".

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Siguiendo con la cuestión de los  destinos posibles a las ayudas del FROB a las cajas,  pienso que las fusiones de estas entidades, como antes las de la gran banca española, serán aprovechadas para cerrar  muchas oficinas y“sacrificar”  miles de plazas laborales. Medidas imprescindibles, según dicen, para la viabilidad del futuro nuevo grupo financiero.   Atrás,  relegadas u olvidadas, quedarán las verdaderas causas de la crítica situación que   algunas de estas entidades atraviesan: las continuas malas prácticas de unos malísimos gestores, que han actuado bajo la permisividad deshonesta de las instituciones de control. (...)  las drásticas reducciones de plantilla, justificadas por las fusiones, no las he entendido nunca y creo no las entenderé jamás. Porque en la gestión cotidiana, en el día a día, de las entidades de crédito, la experiencia demuestra que no sobra el personal, más bien falta. Lo que sobra son las avaricias de "los de arriba", los que las gobiernan,  pensando sólo cómo  aumentar sus ganancias (las suyas y de nadie más)(1) por la vía única-como siempre- de la reducción de los costes laborales. La reducción- quede claro- de los costes laborales de los otros," los de abajo". La de la masa de empleados, es decir, los que trabajan, y sus condiciones laborales y sueldos  son los establecidos por los convenios del sector (2) y (3), y, en muchas ocasiones, son burlados o quebrantados. Condiciones en franco contraste con los espléndidos emolumentos, de cifras millonarias, de la cúpula dirigente. Las cuales, como ya se ha visto, son independientes de la marcha del negocio empresarial o de la coyuntura económica del país. Ellos, los altos ejecutivos, siempre, aumentan sus ingresos.
Para clarificar lo que he querido decir, transcribo información publicada en prensa:

"Buenos años para la banca y para los banqueros. Al menos, para los más grandes. El presidente del BBVA, Francisco González, cobrará este año 5,73 millones de euros, un 12,73% más que en 2006. En febrero ingresará la paga variable estipulada según los resultados de 2007, que ascenderá a 3,8 millones, un 17% más. El BBVA elevó un 18% los beneficios recurrentes y un 29,4%, hasta 6.126 millones, el resultado total, incluyendo los ingresos extraordinarios. Además, González tiene un sueldo fijo de 1,93 millones para este año, un 5,2% más."(El País, 9.02.2010)

"...
la dirección de Caixa Catalunya, que cerró el año pasado con una morosidad récord del 5,3%, incrementó sus retribuciones en 2008 un 41%. Según la información difundida ayer por la entidad que preside Narcís Serra, los ingresos totales de los miembros de los diferentes órganos que conforman la dirección de la caja rozaron los siete millones de euros, destaca El Mundo. (Hispanidad,25.02.09).

"
El BBVA ya no hará más aportaciones al plan de pensiones de su presidente, Francisco González, al haber cumplido éste los 65 años en octubre. Ése es el acuerdo alcanzado por el consejo de administración de la entidad, después de en 2009 el banco haya aportado otros siete millones al plan de jubilación de González, que cobrará por este concepto un total de 79 millones. Esa cifra se ha sacado del balance del banco para pasarlo a una póliza de seguros, que Francisco González no podrá rescatar hasta que cese de sus funciones en la entidad.Asimismo, el BBVA ha decidido suprimir las indemnizaciones por ceses para los consejeros ejecutivos, que en total sumaban 178 millones.


El anterior consejero delegado de la entidad José Ignacio Goirigolzarri percibió una pensión de 52,5 millones tras dejar el banco en septiembre."(ABC,6.2.10)
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Para quien aún no se haya cansado de leer, detallo algunos de los otros títulos dedicados también a este tema de los “altos ejecutivos” :



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