Me agradaría no perderme e ir al grano de la cuestión. Considero necesario exigir a los responsables de este mundial desaguisado las oportunas responsabilidades; morales y económicas. Mucho daño se ha hecho. No bastan- a mi entender - las medidas chapuceras elaboradas “ a toda velocidad” por políticos y amigos de los que lo han hecho, como interpreto, por lo que leo y oigo, son las operaciones de rescate de entidades financieras. Esas enormes inyecciones de dinero que saldrá de las arcas públicas para tapar los distintos agujeros, chiquitos , medianos y grandes, que unas entidades mercantiles privadas han hecho.
En el caso español, estas medidas tienen el agravante de haber sido elaboradas e impuestas bajo la arbitraria forma del decreto ley . Es decir, “Yo, El Gobierno, ordeno y mando”. “Amén”
¡Pues, no! NO. “Yo, común mortal”quiero saber; en primer lugar, la dimensión exacta, si existe, del agujero español . Los nombres de las entidades implicadas, o sea, las susceptibles de desmoronarse sin la ayuda de Papá Estado. Y , al mismo tiempo, sus capitostes , desde consejero delegado, los distintos miembros del consejo de administración y sobretodo del presidente. Ya que ellos, los muy avariciosos, son los principales aunque no únicos que , sin hartarse, han mamado de las hinchadas- nunca tan bien dicho- ubres de las vacas gordas. Alimentadas bajo las nuevas técnicas de la ingeniería contable, la especulación salvaje y la corrupción generalizada.
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