Las cosas que están pasando en la actualidad política de este país, concretamente aquí, en Cataluña, me hacen recordar lo leído en “Los cipreses creen en Dios”, de José María Gironella. ¿Es ello bueno? No, pienso que no. Terminada su lectura, allá por marzo o abril de este año 2006, centré mis comentarios de entonces en los personajes humanos que no en los hechos históricos allí citados; sin que ello significara su olvido. Ya que fueron reales, verídicos, tomados de citas de periódicos o revistas de la época, tal como, por ejemplo, las últimas palabras de Calvo Sotelo(*) en el Congreso, o las de Ibarrurri, la Pasionaria,(**) en los pasillos del mismo lugar, anunciadoras del vil asesinato del adversario político. Acontecimientos previos al inicio de la Guerra Civil española de 1936.
Pero volviendo al presente, estimo que quizás en esta etapa de campaña para el referendum del nuevo Estatut para Cataluña, se estén dando, desgraciadamente, algunas similitudes. Citaré algunos hechos:
- La formación de un frente común de socialistas nacionales(Psoe), socialistas catalanes(PSC), nacionalistas de derecha(CIU), nacionalista de izquierda(ERC), comunistas, (Iniciativas)etc. , - en fin - todos - contra la derecha representada por los del PP.
- El hecho de arrogarse el nombre y propiedad de Cataluña.
- La tergiversación de las palabras y de los hechos para impedir, por cualquier medio, que el contrario político pueda expresarse.
En resumidas cuentas, pesadumbre e impotencia es lo que siento al ver que en España, setenta años más tarde, todo el aparato democrático con sus instituciones, no sirva para nada; excepto para que unos cuantos se salgan con la suya. Suya – repito- y de nadie más. Me obsesiona la idea de la inexistencia de institución, orden o ley, REAL Y EFECTIVA, que defienda y ampare los derechos de todos los ciudadanos españoles, sin distingo de comunidad, lengua, ideología política o estamento socio económico, pero sobretodo impida tanto desafuero de algunos y la trasgresión de las normas y leyes comunes , castigando con rigor y prontitud a a los transgresores? ¡Ojo, a los reales y auténticos transgresores!¿Qué validez moral puede tener un “Sí “ obtenido de este modo? Ninguna, al menos para mí.
10 de octubre de 2014: He oído de las pintadas a las sedes de los populares , a la de los socialistas y creo que también a la de ciudadanos, así como del acoso a la dirigente del PP en Cataluña y no he podido sustraerme al recuerdo del libro de Gironella, cuya lectura en el 2006, cuando lo del referéndum para la aprobación del nuevo Estatut , me llevó a buscar información del famoso debate parlamentario entre Calvo Sotelo y Casares Quiroga, más arriba reproducido y de la frase atribuida a Ibárruri . ¡Qué triste y vergonzoso pasaje de la historia de España!
2 de enero de 2018: La lectura ayer de un largo artículo sobre José María Gironella por el centenario de su nacimiento, publicado en el Diario de Girona, me hizo recordar uno de sus más famosos libros "Los cipreses creen en Dios". El artículo se titula "Josep María Gironella, l'home que volía saber"( J.M.Gironella, el hombre que quería saber), cuya lectura íntegra recomiendo, y del cual yo extraigo y reproduzco algunos de sus párrafos, aquellos que a mi modesto entender considero más significativos en cuanto a dejar bien claro cómo el nacionalismo cerril lleva ya muchos años, desafortunadamente, trabajando sobre las conciencias de las gentes de Cataluña, con resultados muy efectivos.
"En una de las casas más antiguas de la orilla derecha del río, primer piso, vivían los Alvear. (...) colgaban sobre el río, el Oñar». Aquest és el primer paràgraf de Los cipreses creen en Dios (1953), la novel·la que va catapultar a la fama l´escriptor Josep Maria Gironella i de la qual s´han venut més de vuit milions d´exemplars a tot el món (escrita en castellà, ha estat traduïda a set idiomes). L´èxit de l´obra, a més, va provocar un inesperat interès turístic per Girona: (...)Va arribar a guanyar, entre d´altres, els tres principals guardons de la literatura en llengua castellana (i són pocs els autors que ho han fet): el premi Nadal, el 1946, per Un hombre; el Nacional de Literatura per Los cipreses creen en Dios (que també va rebre el prestigiós premi Thomas Moore als Estats Units, on va tenir un gran èxit), i el Planeta per Condenados a vivir (1971). I malgrat això, en els últims anys de la seva vida, i sobretot a partir de la seva mort, ha estat pràcticament oblidat. ( Y a pesar de ello, en los últimos años de su vida, y sobretodo a partir de su muerte, ha estado practicamente olvidado)(...) I gràcies a feines ocasionals seves i de la seva dona (traduccions, classes de castellà, tenir cura de mainada, etc.) va poder dedicar tres anys a Los cipreses creen en Dios, que va reescriure fins a cinc vegades. La novel·la, de prop de 900 pàgines, es va publicar primer en francès, i quan va aparèixer en castellà, l´any 1953, es va convertir de manera immediata en un autèntic fenomen, que va obligar l´Editorial Planeta a fer-ne successives reedicions.(se convirtió de manera inmediata en un auténtico fenómeno, que obligó a Editorial Planeta a realizar sucesivas reediciones)(...) «Era la primera vegada que s´escrivia sobre la Guerra Civil intentant parlar dels dos bàndols, i d´aquesta manera per a uns em vaig convertir en un roig i per als altres en un feixista», havia apuntat Gironella. Aquesta fama d´autor controvertit no l´abandonaria mai (ni l´abandona), i a Catalunya li va generar greus problemes amb la Generalitat, per exemple, perquè a més escrivia en castellà (cap representant de la Generalitat ni de l´Ajuntament de Girona va assistir al seu funeral a Arenys de Mar).( y en Cataluña le creó problemas graves con la Generalitat, por ejemplo, porque además escribía en castellano(ningún representante de la Generalitat ni del Ayuntamiento de Girona asistió a su funeral en Arenys de Mar)(...)Sobre la manca de reconeixement a Girona (no se li va dedicar un carrer fins al 1990, amb Joaquim Nadal d´alcalde), Gay(periodista) recorda que «arran de l´èxit de Los cipreses..., l´Ajuntament va iniciar l´expedient per concedir-li la Medalla de Plata de la ciutat. Una de les persones consultades va ser el bisbe, Josep Cartañà, que va dir que no podia opinar perquè no havia llegit l´obra. L´expedient es va tancar... i continua tancat». Anys després, quan se li va dedicar el carrer «em consta que Gironella, que havia estat dolgut, va estar molt agraït a Nadal». «Personalment sempre he intuït que no tenia més reconeixement perquè escrivia en castellà.(personalmente- dice el periodista Gay-he intuido que no tenía más reconocimiento porque escribía en castellano)(...)"
( ) "Mi" traducción al castellano.
1º de julio de 2018: Si entonces, 2006, lo que veía, oía y leía me llenaba de incertidumbre y desasosiego, pues , no sé, sinceramente, qué otros calificativos desalentadores puedo añadir para expresar mis sentimientos actuales ante lo que está pasando a mi alrededor.
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Detallo enlace con el comentario que dediqué en el 2006, cuando la lectura del libro, a esta obra de Gironella , desafortunadamente, de eterna vigencia en cuanto a los tipos humanos allí contemplados.
https://silvialeyendo.blogspot.com/2015/09/los-cipreses-creen-en-dios-por-jose.html
(*)Reproduzco a continuación las aludidas palabras del político asesinado, según Wikipedia:
“Yo tengo, Sr. Casares Quiroga, anchas espaldas. Su señoría es hombre fácil y pronto para el gesto de reto y para las palabras de amenaza. Le he oído tres o cuatro discursos en mi vida, los tres o cuatro desde ese banco azul, y en todos ha habido siempre la nota amenazadora. Bien, señor Casares Quiroga. Me doy por notificado de la amenaza de S.S. Me ha convertido S. S. en sujeto, y por tanto no sólo activo, sino pasivo, de las responsabilidades que puedan nacer de no sé qué hechos. Bien, Sr. Casares Quiroga. Lo repito, mis espaldas son anchas; yo acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi patria (Exclamaciones.) y para gloria de España, las acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: ‘Señor, la vida podéis quitarme, pero más no podéis’. Y esa preferible morir con gloria a vivir con vilipendio. (Rumores.) Pero a mi vez invito al Sr. Casares Quiroga a que mida sus responsabilidades estrechamente, si no ante dios, puesto que es laico, ante su conciencia, puesto que es hombre de honor; estrechamente, día a día, hora a hora, por lo que hace, por lo que dice, por lo que calla. Piense que en sus manos están los destinos de España, y yo pido a Dios que no sean trágicos. Mida S. S. sus responsabilidades, repase la historia de los veinticinco últimos años y verá el resplandor doloroso y sangriento que acompaña a dos figuras que han tenido participación primerísima en la tragedia de dos pueblos: Rusia y Hungría, que fueron Kerensky y Karoly. Kerensky fue la inconsciencia; Karoly, la traición a toda una civilización milenaria. Su señoría no será Kerensky, porque no es inconsciente, tiene plena conciencia de lo que dice, de lo que calla y de lo que piensa. Quiera Dios que S. S. no pueda equipararse jamás a Karoly. (Aplausos.)”(**)Asimismo, copio las aludidas a Ibarruri, tomadas también de Wikipedia :
“Una cuestión controvertida, pero que parece que tenga mayor relevancia, es si en esta sesión Dolores Ibarruri exclamó, dirigiéndose al diputado monárquico: "Este hombre ha hablado por última vez". La frase no aparece en el Diario de Sesiones (lo que no significa gran cosa, pues las expresiones de este tipo solían ser omitidas), y La Pasionaria siempre negó haberla proferido. Sin embargo, Tarradellas, en una entrevista concedida a Pilar Urbano en 1985, contradice su versión: "Me acuerdo del día que Dolores Ibarruri le dijo a Calvo Sotelo aquello de «has hablado por última vez», porque yo me sentaba en un escaño muy cercano al de Calvo Sotelo".[25] Se trata, en cualquier caso, de un detalle accesorio, pues que La Pasionaria amenazase a los diputados de las derechas no era ninguna novedad. En la misma sesión del 16 de junio afirmó refiriéndose a Calvo Sotelo y Martínez Anido, organizador de la guerra sucia contra el sindicalismo anarquista en Barcelona durante el comienzo de la década de 1920: "para vergüenza de la República española no se ha hecho justicia ni con él ni con S. S."; en la del 15 abril había afirmado que si a Gil Robles le molestaba morir con los zapatos puestos se los quitarían y le pondrían unas botas, y en otras varias había exclamado refiriéndose a sus oponentes: "hay que arrastralos". El ambiente en las Cortes era tal que al terminar la intervención de Calvo Sotelo Besteiro comentó: "Si el gobierno no cierra el Parlamento hasta que se aquieten las pasiones, seremos nosotros mismos los que desencadenaremos, aquí dentro, la guerra civil".[26]”
“Yo tengo, Sr. Casares Quiroga, anchas espaldas. Su señoría es hombre fácil y pronto para el gesto de reto y para las palabras de amenaza. Le he oído tres o cuatro discursos en mi vida, los tres o cuatro desde ese banco azul, y en todos ha habido siempre la nota amenazadora. Bien, señor Casares Quiroga. Me doy por notificado de la amenaza de S.S. Me ha convertido S. S. en sujeto, y por tanto no sólo activo, sino pasivo, de las responsabilidades que puedan nacer de no sé qué hechos. Bien, Sr. Casares Quiroga. Lo repito, mis espaldas son anchas; yo acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi patria (Exclamaciones.) y para gloria de España, las acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: ‘Señor, la vida podéis quitarme, pero más no podéis’. Y esa preferible morir con gloria a vivir con vilipendio. (Rumores.) Pero a mi vez invito al Sr. Casares Quiroga a que mida sus responsabilidades estrechamente, si no ante dios, puesto que es laico, ante su conciencia, puesto que es hombre de honor; estrechamente, día a día, hora a hora, por lo que hace, por lo que dice, por lo que calla. Piense que en sus manos están los destinos de España, y yo pido a Dios que no sean trágicos. Mida S. S. sus responsabilidades, repase la historia de los veinticinco últimos años y verá el resplandor doloroso y sangriento que acompaña a dos figuras que han tenido participación primerísima en la tragedia de dos pueblos: Rusia y Hungría, que fueron Kerensky y Karoly. Kerensky fue la inconsciencia; Karoly, la traición a toda una civilización milenaria. Su señoría no será Kerensky, porque no es inconsciente, tiene plena conciencia de lo que dice, de lo que calla y de lo que piensa. Quiera Dios que S. S. no pueda equipararse jamás a Karoly. (Aplausos.)”(**)Asimismo, copio las aludidas a Ibarruri, tomadas también de Wikipedia :
“Una cuestión controvertida, pero que parece que tenga mayor relevancia, es si en esta sesión Dolores Ibarruri exclamó, dirigiéndose al diputado monárquico: "Este hombre ha hablado por última vez". La frase no aparece en el Diario de Sesiones (lo que no significa gran cosa, pues las expresiones de este tipo solían ser omitidas), y La Pasionaria siempre negó haberla proferido. Sin embargo, Tarradellas, en una entrevista concedida a Pilar Urbano en 1985, contradice su versión: "Me acuerdo del día que Dolores Ibarruri le dijo a Calvo Sotelo aquello de «has hablado por última vez», porque yo me sentaba en un escaño muy cercano al de Calvo Sotelo".[25] Se trata, en cualquier caso, de un detalle accesorio, pues que La Pasionaria amenazase a los diputados de las derechas no era ninguna novedad. En la misma sesión del 16 de junio afirmó refiriéndose a Calvo Sotelo y Martínez Anido, organizador de la guerra sucia contra el sindicalismo anarquista en Barcelona durante el comienzo de la década de 1920: "para vergüenza de la República española no se ha hecho justicia ni con él ni con S. S."; en la del 15 abril había afirmado que si a Gil Robles le molestaba morir con los zapatos puestos se los quitarían y le pondrían unas botas, y en otras varias había exclamado refiriéndose a sus oponentes: "hay que arrastralos". El ambiente en las Cortes era tal que al terminar la intervención de Calvo Sotelo Besteiro comentó: "Si el gobierno no cierra el Parlamento hasta que se aquieten las pasiones, seremos nosotros mismos los que desencadenaremos, aquí dentro, la guerra civil".[26]”