Querría poner fin a mi tanda de comentarios dedicados a “Los Blesas catalanes”. Pero tengo
aún alguna “cosilla” que me gustaría comentar sobre la controlada fallida del sistema financiero español. Fallida en la que
la contribución “catalana”, ha sido de peso, especialmente por el caso de Catalunya Banc/Catalunya
Caixa/Caixa Catalunya, aunque sin desestimar la aportación de las otras cajas también
catalanas como Caixa Penedés, Girona, Laietana, etc., que de diez han quedado
reducidas a una, La Caixa .
Hecatombe
financiera cuya magnitud, añado, se nos ha querido disimular y disfrazar con una imagen desvirtuada de los hechos
acontecidos, que ha interesado
centrarlos en las desmanes y las tropelías de sólo las altas ejecutivas y
gestores de algunas de las cajas
de ahorro(vb. Bankia/Caja Madrid, CAM y las gallegas), con el fin de hacer
converger sobre éstas las justificadas
furias de la indignación popular. Pero primordialmente, según creo, para que
no se vea a quiénes en realidad han ido e irán los tantos millones que el
Estado ha aportado para tapar los grandes agujeros de todas nuestras
mayores instituciones de crédito, bancos y cajas. Pozos ciegos cuyas corrompidas emanaciones hacen tambalear peligrosamente el
sistema financiero español. Y acaso, también, para obviar, una vez más,
exigir responsabilidades penales a los
causantes, esos pocos, cuya
avaricia exacerbada, en estos ya casi cuarenta años, desde las sombras y los
claro - oscuros del poder económico y político, de derechas o de izquierda,
nacionales o nacionalistas, sin ningún tipo de reservas morales ni éticas, han
actuado, (y desgraciadamente siguen actuando) con total impunidad y desafuero,
para su exclusivo y particular interés. El suyo y/o de los suyos y de nadie
más. Porque el negocio de prestar dinero, casi tan viejo como la humanidad, es
un negocio implícitamente seguro, reconocido por el popular refrán “la
banca nunca pierde”.
Los dirigentes
de nuestros bancos y cajas, ambos, unos y otros, - según creo -
practicaron similar política, parecidos desafueros y malas estrategias empresariales. Y los organismos supervisores y los
controladores del sistema, como el BdE, la CNMV, etc., así como las autoridades
políticas (centrales y autonómicas) lo consintieron y les dejaron hacer.
Tal vez me equivoque, pero considero que las cajas
prolongaron por mayor tiempo sus actividades
tradicionales, centradas en la labor
social, la canalización del ahorro familiar y la concesión de préstamos
hipotecarios, y sus plantillas, consecuentemente, mantuvieron por más tiempo las pagas y las condiciones laborales del pasado . En la gran banca, sus máximas administraciones y ejecutivas, desde finales de los ochenta, con la primera opa frustrada del Banco de Bilbao sobre el Banesto, iniciaron el periplo de la siniestra
carrera cuyo final ahora vislumbramos.
Opa,
pienso, que marca un antes y un después en el sector financiero español
con las siguientes pautas: 1) Las grandes concentraciones y fusiones con la consecuente
desaparición de centenarias y vetustas instituciones, así como de sus respectivas carteras industriales.
2) La lenta e imparable desaparición,
asimismo, de la numerosa y
especializada plantilla del sector de banca y ahorros, junto con sus
condiciones y estatus laborales. Personal
que fue disminuyendo y cuando se reemplazó lo fue siempre en menor
número por plantilla compuesta mayoritariamente
por titulados universitarios, sin
experiencia laboral, y en su mayoría
carentes de conocimientos bancarios, administrativos o contables específicos,
pero habiendo superado, eso sí, los
requisitos de docilidad y nulo espíritu crítico exigidos por los de los llamados “Recursos Humanos”, y obligados por
contratos laborales extrabancarios a exhaustivos horarios y en condiciones salariares
inferiores y muy lejanas a las oficiales según el convenio de Banca. 3) Trascendentales cambios en las estructuras organizativas internas,
con la externalización de muchos de los servicios intrínsecos a la actividad bancaria a otras empresas, propiedad de la propia entidad
crediticia o de alguno de sus consejeros . 4) Creciente influencia y vinculación de los
políticos en los consejos de administración de bancos y cajas. 5) Como consecuencia inmediata de lo anterior se inicia la ascendente carrera de la concesión de operaciones basadas en criterios de amiguismo, afinidad
política, recomendación, etc., es decir, razones no bancarias. 7) Y, también, por paradójico que parezca, la
aplicación de condiciones y tipos de interés mínimos a las grandes empresas y corporaciones
públicas, titulares por regla general, de
operaciones multimillonarias. Operaciones que, posteriormente se ha
demostrado, se dieron sin garantías suficientes y algunas hasta formalizadas en contratos sin intervención de fedatario público. Se impuso, en
suma, el favoritismo, así como la doble vara de medir, poco rigurosa y dando
toda clase de facilidades al rico y poderoso, mientras que con la
clientela común se aplicaron todas aquellas abusivas prácticas y/o condiciones de precios
que hoy son denunciadas, como lo de la
colocación a particulares de las mal llamadas acciones preferentes(producto destinado a inversores por normativa europea bancaria), o la soslayada imposición de cláusulas de redondeo
, o la llamada de suelo y techo , que fijan los tipos de interés en mínimos y máximos que sólo benefician al prestamista, e invalidan las
ventajas para los deudores de las posibles
variaciones del Euribor, Libor, etc. . Cláusulas abusivas que, para aún mayor contraste, no afectaban a los
grandes clientes porque éstos cuidaban a través de sus negociadores con los
bancos y cajas de su supresión. O sea, el “débiles
con el fuerte, fuerte con los débiles."
Con todos estos detalles, busco demostrar que los agujeros que ahora afloran también, necesariamente, se produjeron en la banca, y en mayor medida en la gran banca (Grupo Santander, Grupo BBVA, y también La Caixa ). Porque tanto en unos como en otras se introdujo y se aplicó similar
política de desafueros y descontrol, o sea, idéntica “bacanal del crédito”,
auspiciada y promovida desde los entramados del poder económico y político (Dinero
y Poder) que, en estos casi ya cuarenta años,
dominan sobre la vieja nación española.
A efectos de
demostrar lo dicho, intercalo información sacada de dos artículos
publicados hace pocos días en Cinco Días, “Últimos
coletazos de la crisis de la banca” “Una
banca preparada para dar créditos”
“Desde
mediados de 2010 hasta ahora se han
extinguido unas 43 entidades financieras de las 55 existentes –sin
contar con las cooperativas de crédito–. Y han pasado o pasarán por los
juzgados(*) cientos de conocidos y un día algunos de ellos incluso prestigiosos
ejecutivos que se sentaban en los consejos de las cajas de ahorros y que hoy
comparten banquillo en los juzgados. Además, se han destruido 66.000 puestos de trabajo en el sector, si se
tiene en cuenta los que están previstos aún. Desde 2008 y hasta el primer trimestre de este año se han cerrado 8.613
sucursales, un 18,7%. Y se espera la clausura de otras 5.000. Casi la mitad del sistema financiero, con
predominio de las cajas de ahorros, han necesitado ayudas públicas. Unos
67.000 millones, de los que 40.000 millones provienen de la UE a través de una
línea de financiación que ha traído consigo unas duras imposiciones al
sector.(…) La crisis, de hecho, ha
puesto fin a las cajas de ahorros, alguna con más de 300 años de historia. (…)
han desaparecido por fusión, ha sido intervenidas –CAM, CCM, Cajasur, Bankia,
Novagalicia, Catalunya Banc, y alguna filial como Banco de Valencia y Banco
Gallego– o se han transformado en bancos. “La reestructuración está en su recta
final. Las subastas de Novagalicia y de Catalunya Banc son los coletazos”,(...)
“
“La banca
española es una de las más capitalizadas del mundo y soportará las embestidas
de todas las circunstancias. Ese era el mensaje que transmitían los gestores y
supervisores del sector en 2007-2008, (...)Un
sistema financiero, el español, que en 2007,( …), había concedido crédito a los
residentes (empresas, familias y sector público) por tres veces el PIB del
país, con un crecimiento de sus balances a velocidades superiores al 20% en
muchos ejercicios del ciclo de bonanza, y que era una máquina de ganar dinero
para sus accionistas(…)estaba bien capitalizada, bien gestionada y mejor
supervisada, y había diversificado territorialmente su negocio para tener
estabilizadores permanentes de su cuenta de resultados. Todo esto, en teoría;
una teoría defensiva pregonada por los banqueros, amparada por el Banco de
España, y flameada como bandera de excelencia por el Gobierno de
Zapatero-Solbes. Tenía, eso sí,
bastante concentración de crédito hipotecario, tanto a promotores como a
hogares, en términos generales, pero de manera desorbitada en las cajas
de ahorros (la mitad del sistema financiero)(…)infectadas de políticos o
prolongaciones de intereses políticos, hasta religiosos en algún caso,
regionales o locales; y que medían el riesgo, con honradas y profesionales
excepciones, a palmos. Cuando la burbuja inmobiliaria pinchó y la crisis de
deuda pública y privada afloró, una parte importante de las cajas de ahorros
(un balance de cerca de medio billón de euros) se echó en manos del Estado, que
tuvo que pedir socorro financiero a los socios europeos. 43.000 millones para
sostener unas entidades ya convertidas en bancos en manos públicas, y que
mantendrán abierto el sistema hasta que vuelvan a manos privadas, sea por
subasta(…). La mora ha pasado del 1% de 2007 al 11% ahora, sin contar con la
basura cósmica alojada en el banco malo, y las exigencias de provisiones y
capital, desconocidas antes, han llevado a la banca a congelar el crédito
(en los últimos doce meses ha descendido un 8%), con el argumento, parte
cierto y parte simulado, de que no hay demanda solvente.”
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(*) “Y han pasado o pasarán por los juzgados…” A esta frase me parece
imprescindible añadir “ saliendo siempre indemnes”. Sobre
esta cuestión tengo en mente hacer
comentario sobre noticias leídas acerca de banqueros extranjeros que no tienen
tanta “ suerte” como los nuestros.
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Al presente, 5 de junio de 2016, todavía tengo pendiente de realizar el prometido comentario sobre la distinta suerte de los banqueros de otras naciones cogidos por situaciones e irregularidades parecidas a las de aquí. Veré de cumplir lo prometido y saldar mi deuda, en el más breve plazo.Mientras, me despido con un vídeo que entiendo apropiado a la temática general aquí planteada, Monedita de Oro, por Cuco Sánchez.
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