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29 diciembre de 2011 Al releer este comentario ha venido a mi mente la
situación actual española. Situación a la que nos ha llevado, según creo, la incuria de los
dirigentes y gobernantes, especialmente, los de estas dos últimas legislaturas socialistas;
ante la pasividad, también hay que reconocerlo, de todos
nosotros, las gentes del montón. La
ciudadanía que ha ido aceptando, como si de un inexorable destino se tratara: la
progresiva degradación y miseria de sus condiciones laborales; la intromisión
del estado en sus decisiones de ámbito privado como la elección de la lengua y
tipo de educación de sus hijos; la desigualdad de facto ante la ley del que
tiene menos recursos; la inmunidad y/o
impunidad de los delitos del rico o influyente en relación al ciudadano
común ; el triste papel de los medios de comunicación que callan o airean hechos de interés público relacionados con personajes relevantes, sólo si ello conviene a los
intereses espurios del editor o del grupo editorial, al mismo tiempo que con sus
programas y producciones degeneran las costumbres y la moral individual y colectiva,
sustituyéndolas por un todo vale y una concepción hedonista de la vida; la
sumisa aceptación de la mala calidad de la enseñanza y educación,
principalmente la pública, así como de la ineficacia de muchas de las
instituciones y de los organismos públicos de control, relegando finalmente su papel al de buena colocación de enchufados y
favorecidos de los gobernantes de turno; y, para acabar, la conformidad de la población ante la
corrupción generalizada en todos los órdenes e instancias de nuestra sociedad.
oooOOOooo
Comparo
lo que la escritora allí nos cuenta con la realidad de lo que estamos viviendo
aquí, y más concretamente en el '' coto” catalán. Lugar de España, reservado al parecer
para una élite avariciosa que nos está
llevando al marasmo actual. Esta Cataluña de mi corazón que en los treinta y
largos años transcurridos desde la muerte del dictador Franco está viendo cómo
desaparecen muchas de aquellas cosas que antaño le distinguían y a la par que vanguardia intelectual, le hacían uno de los principales motores de la economía española .
Todo ello ha ocurrido - es menester señalarlo- ante la perniciosa pasividad y, por tanto, complicidad del gobierno central. Gobierno central en el que se sucedieron los partidos mayoritarios, de izquierda y de derecha, PSOE y PP, con actitud muy similar repleta de complacencia y de dejarles hacer y pasar para con la oligarquía político-económica catalana . Como muestra mayor y más reciente está el escándalo del Palau de la Música de Cataluña. Asunto destapado en el 2009 y botón de muestra de la podredumbre existente en el uso y manejo de los fondos públicos a través de entramados de sociedades, fundaciones y consorcios, creados ad hoc para el enriquecimiento, o mejor dicho, aún mayor enriquecimiento, de una élite ya opulenta. Al ruido inicial siguió, como se esperaba, el más absoluto silencio y premeditado olvido. Pero, los responsables, los muchos que hay, y las responsabilidades, especialmente las económicas (presumiblemente delitos) no han sido dirimidas. Ahora, quién sabe por qué, se sacan a relucir las presumiblemente hechas por Urdangarin con parecidos modos y medios, es decir, a través de fundaciones y asociaciones, teóricamente sin ánimo de lucro, ilustres patrones, subvenciones públicas generosas y arbitrarias, organismos de control que miran para otro lado, censores de cuentas, auditores e interventores que firman los estados contables sin, según parece, saber lo que firman, el mismo y prestigioso abogado experto en fundaciones , etc., etc.
Todo ello ha ocurrido - es menester señalarlo- ante la perniciosa pasividad y, por tanto, complicidad del gobierno central. Gobierno central en el que se sucedieron los partidos mayoritarios, de izquierda y de derecha, PSOE y PP, con actitud muy similar repleta de complacencia y de dejarles hacer y pasar para con la oligarquía político-económica catalana . Como muestra mayor y más reciente está el escándalo del Palau de la Música de Cataluña. Asunto destapado en el 2009 y botón de muestra de la podredumbre existente en el uso y manejo de los fondos públicos a través de entramados de sociedades, fundaciones y consorcios, creados ad hoc para el enriquecimiento, o mejor dicho, aún mayor enriquecimiento, de una élite ya opulenta. Al ruido inicial siguió, como se esperaba, el más absoluto silencio y premeditado olvido. Pero, los responsables, los muchos que hay, y las responsabilidades, especialmente las económicas (presumiblemente delitos) no han sido dirimidas. Ahora, quién sabe por qué, se sacan a relucir las presumiblemente hechas por Urdangarin con parecidos modos y medios, es decir, a través de fundaciones y asociaciones, teóricamente sin ánimo de lucro, ilustres patrones, subvenciones públicas generosas y arbitrarias, organismos de control que miran para otro lado, censores de cuentas, auditores e interventores que firman los estados contables sin, según parece, saber lo que firman, el mismo y prestigioso abogado experto en fundaciones , etc., etc.
El
pasaje de la comilona de los ricachones, volviendo a la novela de Pardo Bazán, allí descrito, con el desfile de múltiples y suculentos
platos compuestos de las más variadas carnes y viandas, en contraste con
la miseria y necesidad de las gentes comunes de aquella zona de Galicia, me ha
hecho recordar las medidas y recortes aplicados por la Generalitat catalana enla sanidad, en la enseñanza pública, y con los sueldos y condiciones de losfuncionarios mientras en dicha institución continúa el despilfarro enla concesión de generosas subvenciones a entidades como Ómnium Cultural, o el
mantenimiento de las llamadas embajadas en el extranjero, fácilmente
sustituibles por las representaciones comerciales españolas ya existentes en
dichos países, por poner unos simples ejemplos.
Al analizar el caso de la ciudadanía catalana, entre la que me cuento, pienso que existe un doble agravio comparativo. Por una parte, el ya citado de unos, poderosos y ricos, que siguen gozando de similares privilegios y prebendas que antes de la crisis. Para ellos no hay crisis. Y el otro agravio, el de los catalanes con relación a los otros ciudadanos españoles sobre los que no pesan tales medidas. Medidas que se verán agravadas y aumentadas cuando el nuevo gobierno implante las necesarias para todo el país. ¿Todos somos iguales?
Al analizar el caso de la ciudadanía catalana, entre la que me cuento, pienso que existe un doble agravio comparativo. Por una parte, el ya citado de unos, poderosos y ricos, que siguen gozando de similares privilegios y prebendas que antes de la crisis. Para ellos no hay crisis. Y el otro agravio, el de los catalanes con relación a los otros ciudadanos españoles sobre los que no pesan tales medidas. Medidas que se verán agravadas y aumentadas cuando el nuevo gobierno implante las necesarias para todo el país. ¿Todos somos iguales?
¡Ah!.. mis deseos más firmes de justicia, paz, prosperidad y amor para todos, en este inminente ya nuevo año 2012.
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http://www.europapress.es/sociedad/noticia-cuantos-chinos-hay-espana-otras-respuestas-comunidad-20150219151731.html
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7 de junio de 2014: Han transcurrido tres años y medio desde que escribí el comentario de arriba. A partir de entonces, coincidiendo con el
cambio del PSOE por el PP en el gobierno de España, los muchos desmanes y la
corrupción hasta entonces imperante y creciente, comenzaron a ser rechazados por
la ciudadanía. Bueno, preciso, por unos
grupos que se arrogan representar a la
masa, masa- dicen- de indignados de tanta fechoría. Pero que, y a pesar de que
la cosa venía de antiguo, esa masa, curiosamente, no precisó manifestar su descontento y
hartazgo hasta que los nuevos administradores de lo público, elegidos
democráticamente, se alzaron en el poder y quisieron empezar a gobernar el
país. Hecha, pues, esta precisión, a mi
comentario de diciembre de 2011, querría añadir mi sensación de asombro ante el
curso de los acontecimientos, en especial, los que conciernen a esta Cataluña
de mi corazón. En la que, una mayoría de la minoría que votó en las elecciones
para la configuración del Parlamento Europeo, inclinó su voto a partidos independentistas, y seudo independentistas.
Los cuales tratan de convencernos de que, con la segregación, acabarán todos los males que la
exacerbada avaricia de unos pocos han llevado a la antes próspera y puntera comunidad catalana. Esos pocos entre los que se hallan, por cierto, muchos de los
propios dirigentes y prebostes de esas formaciones políticas. De los escándalos económicos,
corrupciones, nepotismo, manipulación y tergiversación continuada de la información, del pesado lastre de las
cuentas y elevado endeudamiento de la Generalitat, de los impuestos más altos que el resto de
España soportados por la ciudadanía catalana, del incumplimiento de las sentencias del
Supremo por parte de la Generalitat, de la lentitud injusta de la
administración de justicia, del cierre de hospitales, de la silenciada invasiónchina en el entramado comercial que tiene especial virulencia y extensión enBarcelona - capital, y de ese largo
etcétera sufrido, nada de nada. Ni µ( léase "mu" letra del alfabeto griego)
http://www.europapress.es/sociedad/noticia-cuantos-chinos-hay-espana-otras-respuestas-comunidad-20150219151731.html
Una crónica anunciada desde 2006
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