Reproduzco carta de María López Pérez, publicada en MD, semana del 18 al 24 julio 2005 Sevilla:
“En el 10º aniversario de la matanza de Srebrenica.”
“Fue una vergüenza para la ONU. Que no se vuelvan a repetir los hechos ni las actitudes. En el 10º aniversario de la matanza de Srebrenica. Si está usted viajando y se encuentra en alguna área declarada por la ONU zona de seguridad, salga pitando. Lo harán picadillo en pocas horas. Srebrenica junto Zepa y Gorozade fueron declaradas por la ONU "áreas seguras". Frieron a sus habitantes. Los pasaron a cuchillo, los metieron en campos de concentración, los asediaron por hambre, violaron a sus mujeres, los fusilaron a quemarropa... Hace diez años, ayer mismo, la Muy Noble, Muy Pacífica y Vieja Europa, en 1995, permitió con gran naturalidad la mayor matanza de civiles, retransmitida en directo, ocurrida desde la II Guerra Mundial, 8000 varones bosnios fueron asesinados por las tropas serbias de Bosnia. En el memorial de Potocari, a tres kilómetros de Srebrenica, donde se celebró el décimo aniversario, el enviado especial de la ONU repitió que la "matanza de Srebrenica perseguirá a la ONU de por vida" -a buenas horas mangas verdes; -el que fuera enviado especial estadounidense para la zona, Richard Holbrooke, -otra lumbrera -anunció que "la matanza de Srebrenica fue el fracaso de la OTAN, de Occidente, de la pacificación y de las Naciones Unidas"; el Jefe de la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, el físico de la hipocresía, y Secretario General de la OTAN por entonces, recordó en voz alta "que las víctimas pusieron su confianza en la protección internacional, pero nosotros, la comunidad internacional, les decepcionamos". Y tanto y a conciencia. La investigación que realizó el Parlamento holandés para escudriñar el comportamiento de las tropas holandesas responsable de la seguridad de Srebrenica, emitido en el 2002, siete años después, -ya les vale -no dejó lugar a dudas. Acusó a la clase política holandesa de entonces de dejarse llevar por el jolgorio humanitario progresista, olvidadiza de que las balas matan, sin estar adecuada y convenientemente preparada para asumir responsabilidades militares, ante una fuerza muy superior, la serbobosnia, dispuestas a todo, y que no dudaron en secuestrar a 30 soldados holandeses para convertir a toda la guarnición holandesa en marionetas y colaboradores de sus planes criminales. El serbio Ratko Mladic todavía sigue prófugo. Algún día se contará negro sobre blanco el papel del fallecido Mitterrand, más perro que viejo, en todo lo ocurrido. Un Mitterrand que manipulaba a placer a Clinton.”
“En el 10º aniversario de la matanza de Srebrenica.”
“Fue una vergüenza para la ONU. Que no se vuelvan a repetir los hechos ni las actitudes. En el 10º aniversario de la matanza de Srebrenica. Si está usted viajando y se encuentra en alguna área declarada por la ONU zona de seguridad, salga pitando. Lo harán picadillo en pocas horas. Srebrenica junto Zepa y Gorozade fueron declaradas por la ONU "áreas seguras". Frieron a sus habitantes. Los pasaron a cuchillo, los metieron en campos de concentración, los asediaron por hambre, violaron a sus mujeres, los fusilaron a quemarropa... Hace diez años, ayer mismo, la Muy Noble, Muy Pacífica y Vieja Europa, en 1995, permitió con gran naturalidad la mayor matanza de civiles, retransmitida en directo, ocurrida desde la II Guerra Mundial, 8000 varones bosnios fueron asesinados por las tropas serbias de Bosnia. En el memorial de Potocari, a tres kilómetros de Srebrenica, donde se celebró el décimo aniversario, el enviado especial de la ONU repitió que la "matanza de Srebrenica perseguirá a la ONU de por vida" -a buenas horas mangas verdes; -el que fuera enviado especial estadounidense para la zona, Richard Holbrooke, -otra lumbrera -anunció que "la matanza de Srebrenica fue el fracaso de la OTAN, de Occidente, de la pacificación y de las Naciones Unidas"; el Jefe de la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, el físico de la hipocresía, y Secretario General de la OTAN por entonces, recordó en voz alta "que las víctimas pusieron su confianza en la protección internacional, pero nosotros, la comunidad internacional, les decepcionamos". Y tanto y a conciencia. La investigación que realizó el Parlamento holandés para escudriñar el comportamiento de las tropas holandesas responsable de la seguridad de Srebrenica, emitido en el 2002, siete años después, -ya les vale -no dejó lugar a dudas. Acusó a la clase política holandesa de entonces de dejarse llevar por el jolgorio humanitario progresista, olvidadiza de que las balas matan, sin estar adecuada y convenientemente preparada para asumir responsabilidades militares, ante una fuerza muy superior, la serbobosnia, dispuestas a todo, y que no dudaron en secuestrar a 30 soldados holandeses para convertir a toda la guarnición holandesa en marionetas y colaboradores de sus planes criminales. El serbio Ratko Mladic todavía sigue prófugo. Algún día se contará negro sobre blanco el papel del fallecido Mitterrand, más perro que viejo, en todo lo ocurrido. Un Mitterrand que manipulaba a placer a Clinton.”
La lectura de esta carta ayer, 23 de julio de 2005, me ha llevado a indagar sobre tan espeluznante suceso histórico acontecido hace sólo diez años. Aquí, “al lado”, en la antigua Yugoeslavia, sobre territorio europeo. Hechos tan atroces que me ha sido difícil entender cómo se me pasaron por alto cuando sucedieron. Ni tampoco durante estos diez años transcurridos desde entonces.
Acontecimientos cuya responsabilidad radica no sólo en sus autores intelectuales, los dirigentes del régimen servio-bosnio, sino en la de todos los gobiernos en ese momento de los países que formaban parte de la OTAN, por no haber correspondido esta organización con la ayuda bélica necesaria; ni tampoco haber exigido ni contribuido siquiera al rápido esclarecimiento de responsabilidades de las fuerzas militares extranjeras allí intervinientes. Específicamente, la holandesa que actuaba en representación de UN; cuya rendición y abandono fue la causa del posterior e inmediato crimen masivo perpetrado contra la población bosnio musulmana, con un balance contabilizado de ocho mil varones muertos, miles de desaparecidos, más la degradación y abuso con el resto de la población civil de igual etnia, sometida a violaciones, vejaciones múltiples, hambre, miseria, desplazamientos, etc. Todo ello ante la pasividad del mundo entero. Entre ellos nosotros, los españoles.
oooOOOooo
3 de Octubre de 2017: La lectura en El Mundo, de la noticia de la petición del Alto Comisionado de UN de Derechos Humanos de investigar la actuación policial en los sucesos del pasado domingo, 1 de octubre de 2017, me llevó a tratar de conocer acerca del personaje en cuestión. Reconozco que me impactó mucho leer que una persona comisionada en tal cargo declarase que estaba "muy perturbado". Seguidamente, copio y pego párrafo sacado de El Mundo:
"El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, se mostró hoy muy "perturbado" por la violencia ocurrida en Cataluña este domingo y pidió una investigación independiente e imparcial sobre "todos los actos de violencia".
Busqué en Google información acerca de Zeid Ra'ad Al Hussein y supe por la entrada del blog de Guy Allard, que dicho personaje, un príncipe de la Casa Real de Jordania, curiosamente,(o quizás no) cuando tuvo lugar el genocidio de Srebrenica ocupaba puesto en el cuerpo de UNPROFOR, de tan triste recuerdo.
Copio y pego párrafo :
"Zeid fue delegado por el régimen en teritorio de la ex Yugoslovia donde ha desempeñado el cargo de Oficial de Asuntos Políticos en el UNPROFOR - asociada a la OTAN - desde febrero de 1994 hasta febrero de 1996.Ahí tuvo que conocer cada detalle del momento más horrible de esta fracasada operación “humanitaria”. Mientras se encontraba precisamente en la región, ocurrió la Masacre de Srebrenica, también conocida como Genocidio de Srebrenica, el asesinato de 8.000 personas de etnia bosnia."
Obviamente, después de leer los antecedentes del personaje, mi impacto emocional por " su perturbación" ha bajado de tono , pero crecido mucho mi desasosiego. Cataluña, ¿nueva Srebrenica? ¿quién o quiénes , financian a estos falsos defensores de derechos humanos que, en realidad, en los puestos en los organismos internacionales por ellos ocupados, tienen asegurados una buena fuente de ingresos fijos? ¿Por qué nuestra ínclita clase periodística no ha tenido la misma curiosidad que yo en saber o averiguar antecedentes acerca del personaje en cuestión? Y si la ha tenido, ¿por qué callan? En suma, ¡cuánto silencio cómplice!
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