30 de abril de 2015: Pienso que el
anuncio del grupo financiero BBVA puede ser calificado cuanto menos que de inoportuno, dada su proximidad al
1º de mayo, día internacional del trabajo. Claro que hablar de trabajo al
presente y especialmente en el sector bancario(banca y cajas de ahorros) puede
resultar espeluznante y para muestra el artículo seguidamente enlazado,
publicado hace ya un tiempo en elmundo.es, concretamente en marzo 2012, titulado “Lo confieso: trabajo en un banco”, que yo
guardaba pendiente de comentar y del que ahora reproduciré aquellos párrafos a
mi modesto entender más significativos:
"Ladrones,
sinvergüenzas, mentirosos. Nos habéis engañado". Trabajar hoy día en un banco
de cara al público implica tener que hacer frente a acusaciones de este porte
en cualquier momento. “…"Yo
llegaba a la oficina con pinchazos en el estómago por la angustia de saber que
vendría una clienta a reclamarme por enésima vez su dinero [�] Nunca había vivido una situación así".
Así describe su día a día la subdirectora de una sucursal de una antigua caja
de ahorros de gran tamaño...(Otra) subdirectora de oficina de una entidad que
tuvo que ser rescatada, afirma que "hay
un absentismo y una cantidad de problemas de estrés y ansiedad que no vienen
solo derivados de que peligre tu puesto de trabajo, sino de la ansiedad
espantosa de tener que enfrentarse al cliente". .."Son
situaciones desesperadas de gente que necesita el dinero y lo ha perdido.
Tragos que pasamos los empleados de las sucursales y que no se pagan con
dinero". En medio de este clima de alta tensión, los empleados tienen también que apechugar con una presión sin
precedentes desde las cúpulas directivas para captar fondos: "Nóminas,
planes de pensiones, préstamos a los que les puedas ganar dinero rápido...
hasta nos estamos convirtiendo en vendedores de seguros, porque el banco gana
mucho dinero con las labores de intermediación", …"Desde
luego, al más tonto es al que más se le vende", afirma …directora de
oficina de una antigua caja ... Ella se justifica porque cada día tiene que comunicar a la dirección sus logros: "Te
dicen que si no consigues ingresos, tu puesto peligra".Tras años
de reestructuración y rescates, el sistema bancario español debe todavía
realizar provisiones de al menos 50.000 millones, según el ministro de
Economía, Luis de Guindos, para sanear sus balances por su exposición en el
sector inmobiliario.(Este artículo se publicaba en marzo 2012)Todos coinciden
en que la consigna es "vender, vender y vender". La función comercial
abarca ahora desde el director de sucursal hasta al empleado de caja, y la
feroz competición enrarece en muchos casos el ambiente de trabajo. Lejos parece
quedar también la misión social con la que nacieron las extintas cajas de
ahorros.
"El
control es brutal; hay un seguimiento diario de lo que has vendido, y no queda
bien que salgas a cero al final de día", dice Matilde, que comenzó a
trabajar en banca en 2005. En su opinión, los trabajadores veteranos llevan
peor la presión. También admite que
cada vez prima más el interés del banco sobre el del cliente…la "presión
que recibimos ahora de la dirección está en vender productos a tipos de usura y
cobrar comisiones", ... "Casi cobramos por entrar en la
oficina", reconoce.
…los
empleados también critican que "el cliente cree que se lo tenemos que dar
todo gratis, piensa que no le debemos cobrar por domiciliar sus recibos, o por
resolverles alguna duda fiscal, … es un servicio que se tiene que pagar y el
cliente no lo entiende [...] No somos una ONG, tenemos nuestro negocio y si no
conseguimos sacar ingresos yo me voy al paro", dice Mercedes.
"Las
reclamaciones presentadas a nuestros servicios jurídicos han crecido un 30% en
2011 en relación con 2010".En la venta de productos de inversión complejos
"ha habido mucha desinformación al cliente, o incluso falta de formación
de los propios empleados. No siempre se trata de un engaño", dice
Contreras, de Adicae. En ocasiones, como asegura Marta, subdirectora de
sucursal de una caja rescatada, "el riesgo que tenía era que la entidad
quebrara, pero esto ni te lo planteabas".
En esos casos, el propio empleado se ha visto sumido en "una sensación de
engaño, de vergüenza, porque tú eres quien tiene que dar la cara al cliente y
estás avergonzado, aun cuando no hayas hecho nada malo".… "Algunos
días te vas a casa con depresión si ves a cuatro o cinco clientes que no pueden
pagar; gente a la que conoces desde hace años y con la que tienes incluso cierta
relación", relata Mario. Entre
los más afectados, reconoce, pequeños empresarios, que sufren en sus carnes (y
en sus cuentas) los retrasos en los pagos de las administraciones públicas.
"Tengo a uno que es proveedor del servicio de Salud, y como no le pagan
desde hace meses, no puede pagar su hipoteca. Se viven verdaderas
tragedias". En otros casos, se trata de clientes con varias propiedades
pero sin liquidez. "No es extraño el caso del propietario de varios
inmuebles, al que le fallan los inquilinos, y como tampoco puede vender los
pisos, sufre verdaderos aprietos"...
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