jueves, 27 de junio de 2013

Madres, padres, niños,leyes y jueces



Acabo de hacer unas correcciones  y añadidos a mis comentarios dedicados a María José Carrascosa. Han pasado unos cuantos años desde entonces y esta pobre mujer sigue en una prisión estadounidense, su familia hace todo lo humanamente posible a su alcance para liberarla, la niña es ya una adolescente y en el gobierno de España mandan los populares. Pero con todo y la injusticia que el mantenimiento en prisión de esta madre comporta, de lo que quiero hablar es de los niños y a mi modo de ver de su indefensión continua y generalizada, puesta muy de manifiesto en otros dos casos recientes. Uno de rigurosa actualidad,  porque el padre está siendo juzgado como posible autor de su desaparición y muerte, hablo, sin duda, de Ruth y José. Ambos niños pequeños, seis y dos años,  cuyos padres estaban, según creo, en proceso de separación o divorcio instado por la madre. El fatal fin de los niños ha puesto, como es natural, en segundo lugar los fallos(decisiones judiciales) habidos en el proceso de divorcio; pero, me pregunto yo, ¿por qué dos criaturas, y en este caso concreto tan chiquitas, uno con sólo dos añitos, debían desplazarse a otra provincia? Seguramente por la puesta en práctica del principio del reparto de los niños al cincuenta por ciento, es decir, ahora toca con papá, que, en este caso, vive en Córdoba; y luego, de vuelta, con mamá, que vive en Huelva. Pero sin haber sido tenido en cuenta por el juez o jueces que “no es justo sino injusto   equiparar a los padres en sus funciones y derechos y que su fallo obligaba a los niños, en primer lugar, a un continuo ir y venir, y, luego,  aunque ya “a toro pasado” , que uno de los equiparados no sólo no se merecía tal distinción, sino que la Ley(la Justicia) debía haberlos protegido de él . ¿Verdad?, o sea, de elemental sentido común.






El otro caso es también espeluznante. El título de la noticia hablaba de dos hombres juzgados por intercambiar a sus hijas y abusar de ellas. Para mi sorpresa los hechos venían del 2008. Sin embargo la noticia del juicio de los mismos la leía a finales de mayo de 2013. Las víctimas son unas niñas que cuando los hechos juzgados tenían entre 6 y 7 años y con el agravante de  sus madres eran conocedoras de lo que pasaba, luego cómplices. El escenario del suceso es Sevilla (España). El tema ha pasado bastante desapercibido, supongo que no interesaba nada que quedara en evidencia el grado de descomposición moral de nuestra sociedad, y, principalmente, su permisividad ante delitos anti natura¡Horror




7 de agosto de 2014: Ayer vi en los telediarios la imagen de una madre española que perdió a su única hija porque el padre la mató un día de los del régimen de visitas establecido por decisión judicial en cumplimiento de las leyes imperantes. El  tema se remonta a ocho o nueve años atrás. El testimonio de esta mujer,  en el que denuncia  cómo no fructificaron ninguno de los recursos ni apelaciones que ella hizo a los organismos y juzgados españoles para evitar que lo ocurrido con su hija no se repitiese, me resultó conmovedor y también espeluznante. Demoledor resultaba oír sus quejas directas a jueces, y en especial  a los mediadores y al Defensor del Menor que intervinieron. La tenaz perseverancia de esta madre por poner de manifiesto la indefensión que experimenta el menor por parte del todo el sistema español de justicia ha logrado al final  que la ONU dictaminase que España no había guardado, como debía, la salud de la niñita, asesinada por su padre para vengarse de la madre.




8 de agosto de 2014: Ayer, a toda prisa, añadí un comentario adicional a otro que había escrito en 2013, en relación a la misma  o parecida cuestión de la indefensión de los niños  en general,  pero,  particularmente, en los procesos de divorcio o separación de sus padres. Indefensión que reiteradamente se pone de manifiesto y de la cual son terribles testimonios la muerte de Ruth y José por su padre; y, ahora, tras la encomiable lucha de la madre, el dictamen de la ONU en contra de España. Dictamen  que confirma, desgraciadamente,  la indefensión ya apuntada  y, al mismo tiempo, proclama que los estamentos públicos españoles no actuaron debidamente.




Los casos citados- advierto-  son sólo ejemplos drásticos y dramáticos por el final de los mismos, pero, lo verdaderamente grave es que esta situación de arbitrariedad e indefensión de la parte más débil e inocente, o sea, de los niños, a mi modesto modo de entender, es la  que anida en las leyes y normas que rigen y, aún peor, se aplican, con rigor, en la actualidad y , además, afecta a muchos, debido al gran número de los divorcios y separaciones(*) que se producen en nuestro país, de creciente evolución. Precisamente, ahora que estamos en período de vacaciones estivales, creo que casi todos tenemos o conocemos algún ejemplo cercano de niños que cada quince días, según convenio judicial de divorcio o separación de sus padres, coge su maletita (o le cogen, pues la edad no importa, bebé o adolescente, es lo mismo), y - ¡hala! – a cambiar de casa, aunque como ETE, el extraterrestre, la añore un montón y además lo manifieste con sus lloros, sus quejas o súplicas, ¡es igual!, se tendrá que conformar y aceptar el cambio  de ambiente familiar y social,  las distintas diversiones,  los distintos hábitos y rutinas, y si hubiere , la imposición de” él” o “la” que haya  sustituido  al padre o la madre, no sólo en los afectos, sino en el domicilio al que se debe trasladar. Y ello porque así consta en un documento, según modelo tipificado, firmado  por sus padres siguiendo los consejos y asesoramiento de un hombre o mujer de Leyes( abogado), que un juez de familia ratificó, con el consentimiento del fiscal, cuyos pareceres cuentan mucho en estos casos judiciales. Procedimientos en los que los hijos, tal como si éstos fueran cosa divisible al cincuenta por ciento, mitad y mitad, son repartidos. Cuando la Naturaleza, la sabia Naturaleza, para mí, Dios, dotó con distintos atributos a la hembra y al varón, muy diferenciados por cierto, según el papel asignado a cada uno de ellos en la digna función de la procreación y conservación de la especie humana. ¡Qué especie!  




(*)Otro síntoma de la descomposición moral que sufrimos en la que las obligaciones y compromisos asumidos consustanciales al matrimonio son menospreciadas e ignoradas, y se olvida, que es un contrato libremente suscrito, pero que obliga a las partes contratantes. Eso visto desde un punto de vista civil, porque mayor y más digno y elevado es ese compromiso asumido ante Dios y que, desgraciadamente, con tanta ligereza, se incumple.


3 de mayo de 2015:La Sra. Carrascosa ya está fuera de la cárcel, donde permaneció nueve años. 

oooOOOooo
4 de noviembre de 2022: La muerte de una criatura, asesinada por uno de sus progenitores, en este caso por su madre, vuelve a ser noticia y también objeto de polémica y politización que desvitúan, según creo, el verdadero quid de la cuestión: la indefensión de los niños y del abuso continuado de que son objeto en las múltiples causas de separación y divorcio que se llevan a cabo en España.

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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.