Con estupor , pero con indignación creciente, leo lo poco que se está publicando sobre el affaire Palau de la Música Catalana. Asunto que se destapó el pasado jueves, 23 de julio, cuando los Mossos (policía autonómica) registraron algunas de las dependencias del emblemático edificio buscando documentos y pruebas que confirmaran el posible desvío de fondos de la Entidad a otras “ sacas " o destinos; quizás a la de los bolsillos de algunos de los particulares que gestionan el suculento patrimonio de esta institución cultural catalana.
Muchas son las cosas que llaman mi atención; las iré comentando.
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