El sábado leí los alborotos que están armando “unos pocos sindicalistas” (eso dice la noticia) del llamado Ente Público (RTVE) en torno a un nuevo programa "España Directo". Pienso que lo que allí pasa es bastante representativo:
- Empiezo por el silencio cómplice que suele darse por parte de los medios de comunicación, prensa, radio, televisiones, etc., en torno a estas cuestiones de conflictividad laboral creadas por decisiones unilaterales y prepotentes de la propiedad de la empresa o medio en cuestión. Situaciones que se han dado con frecuencia en estos tres últimos años en el Grupo Prisa, en TV 5, en Antena 3, en Grupo Recoletos y en el Grupo ahora denominado Vocento, por citar sólo ejemplos más o menos recientes y del mismo sector audiovisual y de comunicaciones. En esta España, real y directa, según creo, lo que se acostumbra es la máxima de "sálvese el que pueda".
- Empiezo por el silencio cómplice que suele darse por parte de los medios de comunicación, prensa, radio, televisiones, etc., en torno a estas cuestiones de conflictividad laboral creadas por decisiones unilaterales y prepotentes de la propiedad de la empresa o medio en cuestión. Situaciones que se han dado con frecuencia en estos tres últimos años en el Grupo Prisa, en TV 5, en Antena 3, en Grupo Recoletos y en el Grupo ahora denominado Vocento, por citar sólo ejemplos más o menos recientes y del mismo sector audiovisual y de comunicaciones. En esta España, real y directa, según creo, lo que se acostumbra es la máxima de "sálvese el que pueda".
Ante situaciones conflictivas que afectan a muchos, la postura individual más adoptada es aquella de " pase lo que pase, yo me quedo quieto y calladito, bien discretito, para ver de lograr no se enteren de que existo y quizás librarme de esta criba. O, si se acuerdan de que existo, comprueben lo dócil y sumiso que soy, que paso y consiento todo lo que sea. Soy un "trágala" perfecto y hago y digo lo que me dicen, que ya sé, por mis muchos años de escuela, que tener pensamiento propio es malo e intrínsicamente perverso."
Para continuar con el nulo papel real de los agentes sindicales en la resolución positiva y efectiva de conflictos laborales que afectan al bien común o a la gran mayoría del sector o empresa en cuestión. En muchas ocasiones, son los primeros en "entenderse" con patrones y gobierno con la firma de protocolos y macro acuerdos sectoriales en los que quedan" obligados" los otros, sus compañeros de trabajo. Obligaciones y condiciones de las que muchas veces ellos, dada su condición de sindicalistas, están eximidos o no les afecta con tanto rigor por gozar de privilegios sindicales.
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