La noticia de una mujer en estado vegetativo desde hace quince años en los EEUU, aunque de especial interés por el dilema moral planteado, no deja de ser un suceso de la sociedad norteamericana. Sin embargo, aquí está siendo tema de primera página, objeto de editoriales y de continuas imágenes en los telediarios.
Todos hemos visto repetidamente, hasta la saciedad, las fotos publicadas de esta pobre mujer. Mientras, ayer mismo, vi, hacia la hora del mediodía, una joven de clara procedencia extranjera, apostada en un costado de una concurrida carretera, esperando, supongo, la llegada de un "cliente". ¿Por qué no nos conmueve la situación vital, presente, inmediata y cotidiana de esta joven que no llegaba a los treinta? Trabajos periodísticos serios sobre las mafias que trafican con seres humanos, ¿no serían efectivos modos de denunciar y combatir esta lacra?
La información periodística en España es subjetiva. Los temas para informar son seleccionados, poniendo el énfasis en unos, atenuando otros, y algunos, premeditadamente, omitidos.
Todos hemos visto repetidamente, hasta la saciedad, las fotos publicadas de esta pobre mujer. Mientras, ayer mismo, vi, hacia la hora del mediodía, una joven de clara procedencia extranjera, apostada en un costado de una concurrida carretera, esperando, supongo, la llegada de un "cliente". ¿Por qué no nos conmueve la situación vital, presente, inmediata y cotidiana de esta joven que no llegaba a los treinta? Trabajos periodísticos serios sobre las mafias que trafican con seres humanos, ¿no serían efectivos modos de denunciar y combatir esta lacra?
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