También podría llamar a este
comentario “Cómo cayó España”. Sí, cierto, arrastrada por la incuria de tanto desvergonzado que desde los entramados
económico-políticos de poder ha actuado a sus anchas , sin limitación alguna
a su voracidad y ansias de dinero fácil,
durante estos últimos treinta o treinta y cinco años. Individuos sin creencias,
ley ni principios morales. Adoradores del dios-dinero. Camuflados todos
bajo el amplio espectro de las distintas formaciones políticas de derechas, de izquierdas y las
nacionalistas; pero todos fáciles de
distinguir por su común denominador de perseguir y defender, únicamente, el interés personal, el suyo y/o de los
suyos, y de nadie más. El bien común, el de todos, nunca, jamás, les ha
importado. La política ha sido para
ellos una pantalla, amén de instrumento de satisfacción de su desmedida e
impúdica avaricia personal. Pero
esto ya lo he dicho en muchas otras anteriores ocasiones. Toca ahora hablar de
remediar, arreglar, retomar el sendero que jamás, nuestra sociedad, la sociedad
española, debió abandonar y para ello considero que ahora lo más necesario para
el bien común general sería recuperar la
confianza en nuestras instituciones de gobierno, o sea, en la gestión de la
administración pública general. Que los ciudadanos veamos, y sobretodo
experimentemos, que el enorme conglomerado de organismos, cuerpos e
instituciones funcionan, así como que el conjunto de tantas normas y leyes como
las que tenemos, se aplican sin distinción a todo el mundo
por un igual. Pero antes, sin duda, es obligatorio, imprescindible, hacer una gran operación de limpieza, en
profundidad y amplia extensión. Los que nos gobiernan en estos momentos,
afortunadamente y demos gracias a Dios, pueden y tienen obligación de hacerlo,
porque tienen la legitimidad que les dieron
las urnas con la amplia mayoría parlamentaria que disfrutan. Apoyo dado
hará próximamente tres años, un 20-N,
por la mayoría de la ciudadanía española. Es decir, las distintas gentes que forman esta histórica, cristiana y
vieja nación europea llamada España, esperando
que los nuevos gobernantes llevaran a
cabo un cambio, un verdadero cambio, en primer lugar de las estructuras de la
administración pública. Ese fenomenal monstruo de diecisiete cabezas, que,
a estas alturas, nos ha demostrado bien a dónde vamos, a dónde nos llevan. Que, en suma, propiciase una necesaria regeneración(restablecimiento),
no sólo en su faceta económica, sino, y lo creo firmemente, moral. Llegado a
este punto me remito a mi comentario “Enseñanzas”, último sobre el libro
“Señor Natural”, bautizado por su autor, Lázló Passuth, - un amante de España y
de lo español- como ”Terciopelo Negro”, porque de este tejido y color eran las
vestimentas que distinguían a las personalidades( los mandatarios, los
delegados, los funcionarios, y personajes notables) del Imperio gobernado por
Felipe II, en el que no se ponía el
Sol).
17 de diciembre de 2015: Con verdadera inquietud observo lo que está
pasando a mi alrededor, primero lo de Cataluña, luego la campaña electoral
manchada, enfangada, especialmente a partir de la espectacular bronca a la que Sánchez el cabeza de lista de los
socialistas, llevó intencionadamente, el debate televisivo del pasado lunes, en la 1
de Televisión Española. ¡Qué desfachatez
, qué impudicia, tanto en cuanto a sus
modos y estrategias de composturas audio
visuales como a sus argumentaciones, o más bien falta de argumentaciones, achacando
al contrario todo lo malo incluso lo propio, no dejándole hablar, y no
contento, pasar al insulto personal! A sabiendas que, posteriormente, se
achacaría a los dos contrincantes, a ambos, la impresentable acción. Pero, no
bastando, ayer noche, “uno que, casualmente, no es legalmente mayor de edad” se
acercó al presidente en funciones, Sr. Rajoy y le asestó un golpe en la cara,
ante, curiosamente, las cámaras televisivas, que, como es obvio, lo han
reproducido con eficacia. Queriendo así, con la imagen aumentar, el efecto de una
España abroncada contra los populares, y muy concretamente con su cabeza de
lista, el ya citado Sr. Rajoy. Así las cosas, me viene a la memoria una vez
más, el “Libro Negro” de Papini, y el pasaje de la compra de la república. Y me
pregunto: ¿quién o quiénes son nuestros reales dueños? ¿Por qué se empeñan en
llevarnos al abismo?
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27 de agosto de 2017: Hace diez díasBarcelona y Cambrils fueron objeto de sendos actos de terrorismo; dicen que yihadista,
pero lo realizaron jóvenes, algunos muy jóvenes, afincados en Ripoll (Girona), de
origen marroquí. Seres de los que todos los de su alrededor (alcalde,
educadores, vecinos, asistentes sociales, etc.), hablan de comportamiento normal, es decir, que
no levantaban sospechas (¡¡¡!!!).
Al presente se contabilizan
dieciséis muertos y decenas de heridos, algunos de carácter grave. Al
parecer, la Divina Providencia nos salvó de una carnicería mayor, según los
datos e informaciones publicados en relación a las explosiones
en una urbanización costera de Alcanar (Tarragona), en un chalet “okupado” por los jóvenes
terroristas de Ripoll(Girona), donde tenían instalado su criminal obrador y llevaban operando sus
maléficos planes desde hacía medio año, sin que nadie- curiosamente- percibiese
movimientos extraños.
La distancia entre Ripoll(Girona) y
Alcanar(Tarragona),según Goople Map , es de aproximadamente 300 Kms., con unas
3 horas en recorrer este trayecto.
Como último dato curioso en relación a la
movilidad de estos terroristas por toda o casi toda la geografía catalana, señalo
que el asesino que conducía la furgoneta del atentado terrorista de las
Ramblas, fue abatido en zona de Sant Sadurní d’Anoia- Subirats, distante de
Barcelona unos 40/45 Kms. Conocer la razón de por qué optó por estos parajes, en su huida de Barcelona, añade otra buena incógnita
a la ya larga lista existente. ¿No?
El caso es que ayer, sábado 26 de agosto,
convocada por Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat, hubo manifestación
multitudinaria. Manifestación que pienso que muchos de los asistentes creyeron
que lo que allí se pretendía era demostrar el rechazo unánime de la población
de Cataluña a los atentados de Barcelona y de Cambrils. Pero que, de hecho, fue
utilizada por los independentistas para sacar sus banderolas y sin respeto
alguno a las víctimas ni a los ciudadanos que de buena fe fueron a testimoniar su
condena y dolor, la convirtieron en un acto bochornoso. Politizado, sectario y
fascista. Inaudito en otras ciudades y
lugares de Europa que han sufrido parecidos hechos criminales. ¡Vergüenza ajena!
Pero , también, ¡vergüenza propia!
Los oportunistas de siempre haciendo uso y abuso del sentimiento de los pueblos. Y digo de los pueblos porque aquí ocurre exactamente lo mismo, toda ocasión les viene bien para apropiarse de manifestaciones, de expresiones de repudio. Tienen el ejercicio , el adiestramiento de hacerse con lo que no les pertenece; lo han hecho con dineros públicos, son muy hábiles
ResponderEliminarSí, Amelia, comparto tu reflexión. Es un tipo humano universal.Siempre presente, desafortunadamente, en todos los tiempos y lugares. Van a la suya y los demás, el bien común, le importa un comino.
EliminarMuy buena reflexión. Nos utilizan a los ciudadanos para llevar a su terreno y utilizar en su propio bien todo, incluso lo expresado, lo vivido con dolor.
EliminarGracias siempre por tus post. Besos!!
Perdona Marijose que hasta hoy, 11 de octubre, día siguiente a la escenificación de la impostura de los independentistas catalanes, no te respondiera. Los sucesos de estos últimos días pienso que son buena muestra de cómo nos han utilizado, y nos utilizan. No tienen escrúpulos. Besos.
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