Ya estoy en el anunciado nuevo rato y trataré de explicarme acerca de la otra noticia de singular relevancia acontecida el pasado jueves 20 de octubre. Información que, casualmente, el ruido levantado por lo del comunicado de los asesinos de ETA está dejando en un muy segundo plano. Me estoy refiriendo al cambio en la presidencia del consejo de administración de Sacyr-Vallehermoso. Compañía propietaria del 20% de Repsol, seguida de La Caixa,(10,6 %), la mejicana Pemex(4,6%)y BBVA(3,9%)
La trascendencia de esta noticia está, según creo, en sus enseñanzas, pues considero que la historia de los últimos ocho o diez años de Sacyr-Vallehermoso evidencia los resultados de la avaricia incontrolada de unos ególatras que aliados con el poder político del momento y lugar han arruinado a la empresa, de parecido modo a como unas élites político empresariales guiadas sólo por el interés propio están llevando a España y a los españoles al marasmo actual.
Con el fin de apoyar mis argumentos, reproduciré algunos de los párrafos de artículos leídos a raíz de la destitución del presidente Luis del Rivero. Y con la intención de poner bien de manifiesto que el asunto es viejo y muy conocido, también detallo al pie de este comentario, algunos de los que realicé en el pasado y en los que Sacyr tenía protagonismo.
La salida de Del Rivero desactiva los planes para controlar Repsol (El País, 21.10.11)
“La destitución del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, deja en papel mojado, (…) el pacto de sindicación de acciones del grupo constructor con la compañía estatal mexicana Pemex para intentar el asalto al puente de mando de la petrolera Repsol.”(…)En apenas dos meses (…)el grupo constructor(…) está obligado a refinanciar el crédito de 4.900 millones de euros con el que adquirió el paquete de Repsol.
Tras el consejo de Sacyr de ayer queda claro que el grupo constructor ha decidido apuntalar los cimientos antes que enredarse en una guerra por el control de Repsol de desenlace incierto. La venta del 5% de su paquete en Repsol puede facilitar la negociación con la banca al disminuir el crédito en 1.330 millones de euros. Sacyr compró su paquete de Repsol por 6.525 millones de euros y ahora vale en Bolsa 5.227 millones, una diferencia entre el valor de compra y el valor en Bolsa de 1.298 millones. La diferencia es mayor si se compara el valor contabilizado por Sacyr de la participación en Repsol que asciende a 6.986,8 millones (…) con el valor bursátil de 5.227 millones. Entonces, las minusvalías latentes alcanzan los 1.759 millones de euros.
(…) lo cierto es que con Del Rivero acaba, o casi, una etapa intensa de seis años, caracterizada por la entrada de grupos constructores en el sector energético. Lo hizo en su día Acciona con Endesa (propiedad ahora del grupo italiano Enel) y lo hizo el grupo ACS de Florentino Pérez en Unión Fenosa (hoy Gas Natural Fenosa) primero y en Iberdrola después. (…)la salida de Del Rivero supone el final de una forma de hacer negocios con un alto componente especulativo, basado en el crédito, el apalancamiento (…)
Naranjito en el huerto de Getsemaní, por Jesús Cacho en vozpopuli.com, 20.10.2011
“A lo que parece, Sebastián Piñera tiene bien calado a cierto tipo de empresario español, asaz abundante por desgracia, acostumbrado a vivir desde tiempo inmemorial de la teta de papá Estado y a la sombra del cual se especializan en engrasar a políticos, corromper funcionarios bizcochables e incrementar sus fortunas de forma exponencial, llueva o nieve sobre la mayoría de los ciudadanos del común. Prototipo de esos empresarios es el citado Del Rivero, que durante los siete años y pico de Gobierno de Rodríguez Zapatero se ha convertido en ejemplo de “empresario del Gobierno” por antonomasia, socialista de cartera que no de corazón, no sin antes haber liderado cual Pelayo las huestes de Alianza Popular en la marca murciana, en singular ejercicio de travestismo en nada desdeñable frente al no menos escandaloso cambio de chaqueta de tanto franquista o hijo de franquista como luego de afilió al PSOE. Todavía recuerdan con espanto en OHL, la constructora de Juan Miguel Villar Mir, el día en que Del Rivero y su estado mayor se presentaron en Barcelona para hacerse cargo, manu militari, de las obras del túnel del AVE a Barcelona, marzo de 2009, que acababa de hundirse con estrépito en La Sagrera. (…)El Presidente (…), y el que luego sería su ministro de Industria, Miguel Sebastián, le habían puesto en la pista, jaleado y animado para que, recién llegados a Moncloa, el señor de Murcia tomara al asalto el BBVA, una de las grandes instituciones bancarias europeas, en uno de esos escándalos que avergonzarían al ciudadano medio de cualquier democracia digna de tal nombre. Poco después le franquearon la entrada en Repsol, con el visto bueno o el despiste de un Antonio Brufau -en el pecado lleva la penitencia- que aceptó gustoso el regalo porque se lo enviaba su amigo ZP, y, lo que es peor, le buscaron la financiación necesaria, lance al que se prestó gustoso Emilio Botín y el poderoso Santander, deseosos también de salir raudos en auxilio del vencedor. La juerga ha terminado como el rosario de la aurora.(…)
Recomiendo la lectura íntegra del artículo del señor Cacho.
Bueno, por hoy termino. En el próximo pondré los enlaces a mis comentarios anteriores.
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