Noche de Reyes, enero 05, 2007

¡Qué ejemplo de “humanidad cristiana” nos están dando los familiares y amigos, de las dos víctimas mortales, ya con certeza absoluta, del atentado del 30 de diciembre perpetrado por los asesinos de ETA!

Transcribo a continuación parte de la información leída en ABC, 5-1-07:

“Interior intentó negar un responso en la despedida del féretro de Palate
MADRID. El vuelo con el cadáver de Carlos Alonso Palate, asesinado por ETA el sábado 30 de diciembre, salió a las 18 horas desde la base aérea de Torrejón con destino a Quito, la capital de Ecuador. En el Boeing 707 del Ejército del Aire viajaron también un equipo de psicólogos y los familiares de Palate. Rota por el dolor, la familia de Palate pidió al capellán castrense que hiciera un responso ante el cadáver en la misma base de Torrejón, antes de partir hacia Ecuador. Pero lo que no podían esperarse es que el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, y el subsecretario, Justo Zambrana, hubieran dado instrucciones al capellán para que no se hiciera ninguna oración, según fuentes del entorno de la familia.
La indignación y la incredulidad se sumaron al dolor de los familiares, que presionaron para recibir consuelo religioso antes de volar a su país. Al final, el enfado y la presión hicieron cambiar de opinión a Antonio Camacho. Cinco minutos antes de subir el cuerpo al avión se llevó a cabo el responso, oficiado por el capellán del aeropuerto de Torrejón, padre Javier de la Vega.

Este terrible suceso-pienso- ha servido de ocasión para que el mundo de la comunicación (prensa y medios audiovisuales) se vieran obligados a mostrarnos a esa gran masa de gentes , los hispanos, o acaso mejor denominarlos “iberoamericanos” porque también están los brasileños , que de unos años para acá, acompañados de sus particulares mochilas repletas de pobreza y desarraigo, conviven con nosotros; compartiendo patria grande y chica y todo lo que anejo a éstas va incluido. Creo que de modo interesado han sido, si no olvidados, si desdeñados; metiéndolos en ese enorme saco llamado “ los inmigrantes”. Que – como ahora estamos viendo nos muestran que ellos, para su particular mérito y gloria, conservan, valoran y defienden aquello que antaño , cientos de años atrás, los pueblos de la península Ibérica llevaron allende al mar.

Hoy es noche de Reyes. Es la onomástica del llamado Rey de España; no le felicitaré y pediré a los Tres Magos le traigan carbón, negro, bien negro. Me hubiera gustado mucho verlo, a él o alguno de los suyos, cerca de este colectivo; pues cuando se celebran las llamadas cumbres iberoamericanas, bien que se congratulan con los poderosos de allá. Ahora, pienso, hubiera sido un buen y bonito gesto.

Ya no tengo hoy nada más que decir, salvo pedir a los Magos de Oriente, para este país en el que vivo, paz y cordura y también justicia y solidaridad sinceras.