sábado, 14 de junio de 2008

Leyendo las noticias ( carta a Los Reyes Magos)actualización)

Ayer terminé hablando de la posibilidad de recurrir a los tres míticos magos para que trajeran en su fantástico saco de regalos y de imposibles por satisfacer, la solución si no de todos, por lo menos de unos pocos de los problemas que tenemos ahora planteados en España y que para mí estaban sintetizados en diez temas o cuestiones:
.
Pero estoy teniendo  dificultad para empezar a escribir la carta, porque no sé establecer el orden de preferencia, ya que considero están tan relacionados y mezclados que resulta imposible separarlos. Los diez van encadenados en una estridente sinfonía. Así, pues, dejémoslo a los Magos- que creo eran sabios matemáticos y astrólogos- para su mejor solución. Yo, mientras, me afanaré en portarme bien y hacer mis deberes. Entre ellos tener bien limpios los zapatos que dejaré sobre el dintel de la ventana en la Noche Misteriosa de la víspera de Reyes.

Por hoy finito, porque no quiero seguir hablando de una realidad que no me gusta, más bien me disgusta y me harta. Porque es darle vueltas a la manivela de la tergiversación, manipulación u olvido, que como una cometa se eleva y eleva… y, de pronto, zaz, se engancha, desciende y arrastra hasta que nueva corriente la vuelve a levantar. Y… siempre igual y más o menos parecido. Pienso que debo afanarme más en mis lecturas de libros que yo libremente escojo. Cuyos autores me hablan y dicen cosas interesantes, imaginadas o vividas, a veces tristes, otras divertidas y muy ocurrentes, bien contadas en su mayoría, que lees o relees, siempre, a voluntad.


6 de mayo de 2018: Conservaba este viejo comentario en "Borradores", supongo que para hacer alguna rectificación o añadido , pero que luego, como otras veces, olvidé.

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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.