Acabo de leer en PD, bajo el título "El deportado español que nunca estuvo preso en un campo nazi”, una información realmente singular (1). La noticia versa sobre Enric Marco, hasta hace poco días, presidente de la asociación Amical de Mauthausen, el cual reconoció que jamás estuvo preso en un campo nazi y que ha estado mintiendo, o “deformando la realidad” - utilizando sus propia palabras - durante treinta años.
Enric Marco o Enrique Marcos se había distinguido desde 1978, en que publicó "la autobiografía" "Memoria del infierno", ( 2 ) por reivindicar los sufrimientos y abusos que soportaron los exiliados españoles que estuvieron o acabaron sus días en alguno de los campos de exterminio de la Alemania Nazzi. Defendía una causa justa pero de modo reprochable, porque los fines no justifican, jamás, los medios. Y su impostura se ve agravada( al menos desde mi punto de vista) por la utilización del pobre colectivo de los ex-soldados republicanos, los olvidados del todo y por todos; pero, principalmente, por los de su propio bando. Hechos y circunstancias probados, veámoslo:
I) Por los propios dirigentes y personajes importantes republicanos en el exilio preocupados más en procurarse y asegurarse sus personales condiciones de existencia que las del común, de todos, los que como ellos huían derrotados al extranjero.
II) Por las autoridades francesas - los gobiernos franceses del periodo de guerra 39-45- El historiador Bermejo señala que una de las cosas que le hizo sospechar de la falsedad de las afirmaciones de Marco fue que decía haber sido "detenido y entregado en Marsella a la GESTAPO en 1941", cuando aun en esa fecha no lo hacía, " eso ocurrió más tarde".
III) Por la izquierda, genéricamente hablando, que no fue ni es capaz de denunciar con valentía y claridad suficiente el calvario de indignidades llevado a cabo con este colectivo que fue mal recibido en Francia, donde fueron acogidos en inhumanos campos de concentración. Centros de los cuales muchos vieron como único medio de salida, enrolarse en la Legión Extranjera, mientras otros se vieron obligados a trabajos forzados durante dos años para el gobierno francés para poder acogerse al derecho de asilo y no ser deportados a España. Como tampoco se puede obviar la selectiva y discriminatoria política de asilo que la Rusia Soviética tuvo para con los refugiados españoles que fueron clasificados y agrupados por categorías en función éstas de su posible posterior utilización para exportar su régimen a los países de habla hispana.
Pero de la noticia lo que más me ha agradado ha sido el afán mostrado por el historiador Benito Bermejo en reconstruir la verdad .Buscando información y enlaces he sabido que este trabajo de investigación es una obra conjunta de dos historiadores, Bermejo y Checa. Recomiendo la lectura del reportaje publicado en El País, titulado “Españoles en los campos nazis”
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(1) Realicé este comentario en la primera quincena de mayo del 2005. Al tratar de leer la información publicada por PD, he comprobado la inexistencia del artículo detallado en el enlace, motivo por el cual busqué información alternativa y he hallado el artículo titulado "Espantoso y Genial", firmado por Vargas Llosa y publicado por elpais.com, en 15 de mayo de 2005. Cuya lectura íntegra recomiendo.
(2 ) Me he afanado en buscar la editorial de la "autobiografía" aquí señalada, pero mis esfuerzos y tiempo empleados han sido baldíos. He hallado, como más parecido, información publicada por elpais.com, sobre "el trabajo que han realizado el periodista David Bassa y el fotógrafo Jordi Ribó, quienes tras un año de investigación, 8.000 kilómetros de carretera y cientos de horas de entrevistas, han recogido en un libro las vivencias de la veintena de supervivientes de los campos de concentración alemanes. Son 24 testimonios -de las más de 3.000 personas deportadas en Cataluña-, agrupados bajo el título Memòria de l'infern (Memoria del infierno). El libro, que toma el relevo del que hace 25 años escribió Montserrat Roig (fallecida hace 10) con su obra Els catalans als camps nazis (Edicions 62, 1977), ha servido de base para una exposición inaugurada recientemente en la localidad barcelonesa de Granollers." Mi afán en conocer la firma editorial radica en considerar máxima su responsabilidad en la propagación de tamaña mentira y fraude a la colectividad, pues entiendo que era su obligación verificar la autenticidad del autor y de los hechos, máxime en un tema tan controvertido.
Curiosamente, Javier Cercas, el mismo autor de "Soldados de Salamina" ha dedicado su última obra, titulada "El Impostor", a Enric Marco.
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