Ayer hubo un raudal de noticias, todas importantes. Me inclinaré por comentar la del barco negrero cargado de un centenar, de seres humanos, entre ellos dos niños. Un nuevo barco negrero que navega a la deriva con su carga a bordo. Según sus ocupantes llevaban dos meses navegando. Además hubo muertos de los que no quedó constancia porque fueron arrojados al mar. Su procedencia y destino los de casi siempre.
Tuve conocimiento del hecho por los telediarios. Se hacía hincapié, mientras las imágenes nos lo mostraban, del hermoso niñito de año y medio, ocupante del siniestro barco; llamado por azares de la vida, Aliance. Que por los mismos azares fue arrastrado al lugar de las Islas Canarias llamado "Los Cristianos". ¡Qué sarcasmo! Esta vez tuve que buscar la noticia. Ya que ni el boletín de Terra entendió oportuno ponerla en el resumen que recibo, ni tampoco pude leerla en los flashes que Yahoo Noticias facilita enmarcados en su página de inicio. No sé si la razón esté en que este tipo de sucesos - la arribada de barcos cargados de seres humanos - sean tan frecuentes que acaben por dejar de ser hechos de portada. Sin embargo, para mí sigue siendo un hecho execrable, injusto y horrible que como miembro de esta sociedad española en la que vivo exijo a sus dirigentes y autoridades que le pongan fin. Se ha de acabar con este truculento negocio del tráfico de personas.
Tuve conocimiento del hecho por los telediarios. Se hacía hincapié, mientras las imágenes nos lo mostraban, del hermoso niñito de año y medio, ocupante del siniestro barco; llamado por azares de la vida, Aliance. Que por los mismos azares fue arrastrado al lugar de las Islas Canarias llamado "Los Cristianos". ¡Qué sarcasmo! Esta vez tuve que buscar la noticia. Ya que ni el boletín de Terra entendió oportuno ponerla en el resumen que recibo, ni tampoco pude leerla en los flashes que Yahoo Noticias facilita enmarcados en su página de inicio. No sé si la razón esté en que este tipo de sucesos - la arribada de barcos cargados de seres humanos - sean tan frecuentes que acaben por dejar de ser hechos de portada. Sin embargo, para mí sigue siendo un hecho execrable, injusto y horrible que como miembro de esta sociedad española en la que vivo exijo a sus dirigentes y autoridades que le pongan fin. Se ha de acabar con este truculento negocio del tráfico de personas.
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