9 de mayo de 2015: Con verdadera satisfacción escuché la noticia de la concesión a título póstumo de la condecoración de "Alfonso X, El Sabio" al maestro muerto por un alumno en el Instituto Joan Fuster, de la Sagrera, barrio de Barcelona.
Para mi sorpresa, la noticia, al parecer, no es considerada lo suficientemente importante como para figurar entre las señaladas por los portales de MSN y Yahoo, que son los que habitualmente abro y echo un vistazo a los titulares publicados. Así que tuve que buscar la noticia exprofeso, es decir, puse el nombre de Abel Martínez en un buscador, y, entre los primeros, hallé el artículo más arriba enlazado, publicado en la sección regional, ayer día 8, por el país.com, suscrito por Merçè Ibarz; del que extraigo, copio y pego, los párrafos a mi modesto entender más explícitos(*) :
"Su periodismo( el de Ramón Acín): agudo, oído fino, ingenio, humor, bondad, sátira, impermeable a la doctrina, anarquista blanco, pluma hacendosa en tantos diarios y revistas radicales y conservadores como pudo, ojos que miran y lo cuentan, ligereza, sentido del presente que todo tiempo incluye y es sobre todo ahora y aquí.
Ahora y aquí, la muerte del maestro Abel Martínez Oliva lo habría revuelto. De qué manera habría removido su ágiles, múltiples y precisas antenas. Como habría inquietado las no menos ágiles, múltiples y precisas antenas de Joan Fuster, el sabio valenciano que ha dado nombre al instituto de la barcelonesa calle de Navas. Figura que aquella mañana del 20 de abril en el instituto Joan Fuster nos removió a todos, pero hay momentos que más bien parece que nos anestesió. No puedo imaginarme en cambio ni anestesiados ni callados a los espíritus de Ramón Acín y de Joan Fuster. ¿Acín y Fuster callados? Poco plausible.
No desperté de la anestesia hasta unos días después, cuando mi amiga Glòria, veterana profesora de instituto, me hizo examinar a fondo las palabras de la consellera Rigau al día siguiente de los hechos, que condenso: la víctima es el niño, la única víctima; cierto que tenemos un difunto y unos heridos, pero la sola víctima es el niño´´
El día anterior, le comenté a Glòria, me había llamado la atención un buen debate conducido por Helena García Melero en Els Matins de TV3 sobre lo mismo, pero de forma indirecta, sin decir que lo dirigían a la consellera y su determinación sobre quién es la víctima. Ahora lo entendía, lo pillaba, el subtexto, lo que se dice entre líneas, y entre frases, cuando no puedes hablar claro: la periodista y el programa lo querían decir y lo dijeron. La víctima es el maestro Abel Martínez Oliva, incinerado en Lleida mientras Catalunya celebraba ufana el fiestón de Sant Jordi.
(*)Explícito del llamémosle sofismo imperante entre algunos de la clase periodística española, y en mayor medida, si cabe, entre los que ejercen esta profesión en Cataluña. Seguidamente detallo las características que definen a los sofistas(tomado de Wikipedia):
" ... sofista es quien está dotado de habilidad para los razonamientos falsos, capciosos. Los cargos más importantes que presentó Platón en contra del movimiento sofista fueron: - ser comerciantes del saber (los sofistas cobraban grandes sumas por impartir sus enseñanzas) y no propiamente educadores;- hacer de la razón una mera técnica para la discusión y la victoria en ésta, pero independientemente del contenido de verdad y de la moralidad de la tesis que se quiere defender;- utilizar un método de enseñanza que permite más inculcar ideas en los oyentes que hacerles progresar en el conocimiento de las cosas: frente al uso del diálogo como método de enseñanza defendido por Sócrates y Platón (ver “mayéutica”),- los sofistas enseñaban dando grandes y espectaculares discursos ante un auditorio pasivo;defender el escepticismo y el relativismo. "
8 de junio de 2015 : Acabo de releer este comentario y la frase de Merçè Ibarz :"La víctima es el maestro Abel Martínez Oliva, incinerado en Lleida mientras Catalunya celebraba ufana el fiestón de Sant Jordi", trajo a mi memoria noticia oída en un telediario, este fin de semana, acerca de un indefenso indigente agredido por un grupito de adolescentes entre los que había dos de tan sólo doce años. La noticia, obviamente, está pasando desapercibida, oportunamente eclipsada por el fiestón del triunfo del Barça en Berlín, campeones de Europa.
Creo que va siendo hora de ver la realidad de lo que acontece con los más pequeños de nuestra maléfica sociedad. ¿Qué clase de formación( tal vez más propio llamarla deformación) les estamos dando?¿Qué valores? ¿Son valores lo que les damos?
15 de octubre de 2016: Dice el dicho que no hay dos sin tres y al presente, desafortunadamente, las noticias de estos últimos días nos hablan de una pequeña de ocho años que en el patio del centro escolar al que asiste fue golpeada por un grupito de adolescentes del propio colegio, cuyas edades están entre los doce y los catorce. El lugar del España es Palma de Mallorca. A través de la organización hazteoir la hermana de la pequeña pide firmas para que se diriman responsabilidades a los directivos del centro.
http://hazteoir.org/educacion/alerta/91091-paliza-nina
22 de abril de 2017: La trama corrupta destapada estos últimos días en Madrid en torno al ex presidente de aquella comunidad, Ignacio González está dejando en muy segundo lugar otros muchos acontecimientos que están ocurriendo en el resto de España, como por ejemplo el que la Generalitat ahora- más vale tarde que nunca - acceda a la petición de indemnización solicitada por la familia de Abel Martínez. Petición a la que inicialmente hizo caso omiso, para más tarde presentar informe negativo. Los familiares del maestro elevaron su reclamación al TSJC.
Seguidamente, copio y pego algunos párrafos de la información leída en elsegre.com, que evidencia la falta de sensibilidad - la llamaremos así - de la Administración Autonómica ante el fenomenal problema existente en nuestras aulas, del cual la muerte de Abel Martínez, junto con las lesiones ocasionadas a otra docente son desafortunado pero muy claro testimonio. Una cruda y ruda realidad que se quiere, obstinadamente, no ver. Las aulas, especialmente las públicas, son, con pocas excepciones, guarderías en las que se mantiene una chiquillería que va desde los doce a los dieciséis años, que nuestras mal llamadas leyes de enseñanza y educación va pasando de curso, en razón más bien de la edad pero no del nivel de instrucción y conocimientos que demuestre cada uno de ellos haber adquirido. Situación agravada en las zonas como el cinturón industrial barlonés donde existe mucha población inmigrante de países del Norte de África( especialmente marroquíes) , asiáticos(chinos, pakistaníes, etc.) o del Este de Europa, sin conocimiento de las lenguas propias de la Comunidad.
" la Generalitat ha emitido un informe en el que rechaza indemnizarla... al considerar que el instituto Joan Fuster cumplió con las medidas de seguridad y que el ataque no pudo haberse evitado. (...) Según el informe de la comisión, no existió negligencia en la actuación de la administración, tal y como alega la familia, ya que el alumno no presentaba signos de agresividad más allá de un comportamiento pasivo y de bajo rendimiento académico. Asimismo, señala que el centro registró debidamente el retraso del menor ese día (llegó al instituto veinte minutos después de comenzar las clases).
La comisión concluye que la muerte del profesor de 35 años, el 20 de abril de 2015, tampoco puede atribuirse a una actuación durante el ejercicio de su profesión, ya que su muerte fue por “una reacción violenta, repentina e imprevisible” de un alumno con el que no tenía ninguna relación y que se lo encontró en el pasillo al salir de un aula. En este sentido, la Generalitat añade que no se puede considerar un accidente laboral pese a que el ataque se produjera en horario lectivo, porque se trató de una actuación personal de un alumno, sin que pueda atribuirse a una viglancia defectuosa o inadecuada por parte del centro educativo."
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