Sentencia contra Muñoz y su
“exs”, Zaldívar y Pantoja por
blanqueo de capitales en causa derivada del
caso Malaya .
Al leer la noticia del barullo formado alrededor de Isabel Pantoja a su
salida de la Audiencia de Málaga reflexiono cómo el fenomenal entramado de corrupción urbanística, tanto por su extensión geográfica, su cuantía
como por sus intervinientes,( la popular cantante andaluza; los alcaldes y ediles
de Marbella desde los tiempos de Jesús Gil, militantes activos o ex de los
partidos socialista, andalucista y gil; un juez y bufetes prestigiosos de
abogados y múltiples testaferros, uno de los cuales se relacionó con el ex alcalde de Madrid y hoy
Ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, para
que al final , es decir, dictado el veredicto judicial en una de las
múltiples causas en las que el soberbio
embrollo se ha judicialmente dividido, sea la disparidad de las condenas entre Pantoja y los ex esposos
Muñoz-Zaldívar, lo que, al parecer, esté
centrando la atención de la opinión pública.
Eso por una parte, pero no sé cómo
calificar la negativa impresión que me ha causado ver una masa airada tirarse encima de la artista, al mismo tiempo que le
profería insultos y ofensas. Respuesta -pienso- más de
esperar después de algunas de las recientes y más controvertidas decisiones
judiciales, apoyándose en argumentos legales difíciles de aceptar por los
comunes mortales, como son ejemplos, tristes y reiterados, las habidas en los casos de Marta
del Castillo, la pequeña Mariluz, o el de Sandra
Palo. Sin obviar las incomprensibles decisiones judiciales o de las
autoridades penitenciarias acerca de los asesinos de ETA, a los cuales a las
salidas de las cárceles, los esperan
y aplauden sus compinches. Porque para los comunes mortales- no hay que olvidarlo - el que ha hecho mal, el malo, debe recibir ejemplar y proporcional
castigo al mal infringido. Resumiendo,
no recuerdo haber visto jamás, nunca,
tan airado grupo de personas asediando a estos individuos cuando los jueces
han decidido soltarlos. Me pregunto,
pues, si el asedio a
Isabel Pantoja habrá sido un acto espontáneo, o por el contrario un bien
estudiado modo de desviar la atención del meollo de la cuestión, como nos
tienen tan bien acostumbrados aquí en esta España de mis amores y desamores. Y,
obviamente, mayor interés tengo en saber
quién o quiénes están detrás de tal manipulación de la opinión pública.
Para mayor contraste, si cabe, las portadas de la mayoría de periódicos
españoles del 17 de abril, siguiente a los hechos, llevaban imágenes de la
señora Pantoja apretujada por la masa. Mientras, sólo el ABC, justo al pie de
la citada imagen de la cantante, recogía
la noticia de la comparecencia de Oriol
Pujol ante el TSJC, como imputado por la ITV por tráfico de influencias. Noticia
que más adelante comentaré, D.M. claro está.
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