De nuevo leo sobre los
ataques de algunos contra las víctimas del terrorismo.
No me extenderé en los detalles porque
enlazo con HO,blogs
corporativos,Elentir, en donde hay información amplia sobre el últimamente realizado por el periodista Federico Quevedo .
No obstante, quiero dejar constancia de mi repulsa por el uso de la táctica
de distorsión para
confundir a la opinión pública; tan generalizada en nuestra sociedad por la clase política y los periodistas, salvo contadas excepciones. Y de este modo ofrecernos al cruel y asesino como si de un civil cualquiera que reivindica sus derechos se tratara; la sumisión y traición
de los principios como habilidad de gestión; la negociación vil como necesaria e
imprescindible, o a la reclamación de justicia llamarla venganza, mientras equipara al verdugo con sus víctimas. ¡Bochornoso!
Enlazo con mis comentarios acerca de un artículo de similar estrategia firmado por Suso de Toro publicado hace unos cuatro o cinco años en el Magazine de La Vanguardia .
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