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15 de septiembre de 2011. Los hechos que están sucediendo en el mundo, pero especialmente en España y más concretamente en Cataluña, me retrotraen a la obra de Llewellyn, “Cuán verde era mi valle”, que yo leí hace unos años; cuyo título nos advierte de su contenido, o sea, contarnos sobre algo que fue hermoso y ya no lo es, y no por causas de fenómenos naturales sino fruto de la avaricia e incuria humana desarrollada en forma de orden económico aunque en la práctica haya sido un fenomenal desorden; prácticas legales pero injustas y abusivas para con los más desfavorecidos; agentes sociales comprometidos por ideologías e intereses ajenos a lo propiamente laboral y colectivo; el interés personal o particular de unos pocos primando sobre el interés común o de la mayoría; políticos subordinados a los intereses de grupos empresariales; generalización de la corrupción, enriquecimiento cada vez mayor de los ricos en detrimento del resto de la sociedad, cuya clase media empobrece mientras aumenta el número de pobres y marginados, y… en fin, la pérdida del llamado estado del bienestar y también de los logros y ventajas sociales, económicas y políticas de antaño .
En marzo de 2008, me salió la vena negativa, fruto de mi desconfianza con nuestras instituciones. Hoy, septiembre de 2011, la desconfianza ha aumentado, y, para mi pesar, son muchos y más graves, los casos que puedo citar para justificarla. Lo haré en próximos comentarios. A continuación detallo algunos de los que dediqué a “Cuán verde era mi valle”, porque las consideraciones de entonces , desgraciadamente, aún permanecen.
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/10/cun-verde-era-mi-valle-de-los-avaros-de.html
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/cun-verde-de-los-avaros-de-este-mundo.html
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/cun-verde-aqullas-familias-numerosas.html
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/cun-verde-era-mi-valle-de-richard.html
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