Abandonados mar adentro, febrero 07, 2005

Verdadera indignación me produjo leer la información acerca de doscientas veintisiete personas halladas cerca de las costas de Canarias, en un viejo barco, abandonado a la deriva por los dos tripulantes - blancos de piel y negra conciencia – que lo gobernaban. Venían de Sierra Leona, Costa de Marfil, etc. O sea, de las mismas zonas donde se surtían los negreros de esclavos para América, unos ciento cincuenta años atrás. Entonces, también los barcos eran viejos y destartalados para en caso de ser atrapados, sólo ceñir la pérdida al coste de la carga. Y, como antaño, estas pobres gentes son llevadas y traídas gracias al concurso de muchos que de manera activa o pasiva contribuyen a ello. Comenzando por las redes mafiosas internacionales en las que participan autoridades locales de los lugares de origen y de destino; los gobiernos con sus ambiguas y permisivas leyes; los controles policiales de fronteras y puertos; armadores y patronos de transportes empleados para el trasiego de seres humanos; los dueños de los establecimientos en los cuales son albergados a su llegada para su posterior redistribución por el país. Pero, también nosotros, la opinión pública, por nuestra pasividad ante este negocio indigno y no EXIGIR de la administración pública le ponga inmediato fin.