El coche-bote

Hay hechos y noticias que son realmente sorprendentes. Entre ellas, ver a un viejo modelo de coche surcando sobre las olas del Golfo de México en rumbo hacia La Florida. Leo que es la tercera vez que el ciudadano cubano e improvisado ingeniero naval lo intenta. Para mayor asombro, no ha sido por fallos o hundimiento de la máquina flotadora lo que le ha impedido llegar a su meta, sino porque fue interceptado por los guardacostas estadounidenses. Como las dos veces anteriores será devuelto a su país sin culminar su propósito.

La noticia tiene doble dimensión. Por una parte, la visión de un hecho sorprendente producto del esfuerzo faraónico de un individuo junto a su capacidad extraordinaria para convertir en realidad sus sueños. Hasta ahora sólo había visto autos-anfibios en las películas de Bond; gracias a un inventor muy ingenioso que le proveía de máquinas y artilugios fantásticos que le sacaban airoso de las más difíciles circunstancias. También me recordó el personaje de dibujos animados francés, el inspector Gachet. El cual se sacaba milagrosos inventos que le salvaban o libraban del entuerto. Pues, bien, ahora nos viene este "cubanito"- gran hombre - confirmando el dicho de que la realidad supera siempre a la ficción y nos sorprende navegando en su coche bote pintado de azul.

Ello me hace pensar que si , con tan escasos elementos como los dispuestos por el cubano medio, este ingenioso individuo ha sido capaz de convertir un viejo 'Mercury' en un barco motorizado o patera autopropulsada, como se quiera llamar; de lograr su entrada en los EEUU, de no gustarle el "American way of life", teniendo a su disposición tantos recursos como los que puede hallar en un cementerio de coches viejos - de esos tan enormes que nos muestran las películas, claro está que volverá a sorprendernos. Pero esta vez con un cohete-coche espacial rumbo a otro Mundo Nuevo. En definitiva: ¡Bravo, cubano!

La otra dimensión de la noticia la dejo para mañana.