Releyendo mi comentario acerca de las últimas leyes aprobadas por el Gobierno, entre las que se halla la tan controvertida ley de matrimonio de homosexuales, noto no haber definido mi postura personal, por lo que ahora paso a ello:
Considero la iniciativa legislativa destinada a dar legalidad y trato semejante a "las uniones de personas del mismo sexo" con la antigua institución del matrimonio que, por definición, se da entre hombre y mujer es, simple y llanamente, una forma más de crispar ánimos y opiniones a la par de contribuir a distorsionar el alcance de su particular forma de gobernar. Hasta el presente, encaminada hacia temas secundarios y colectivos minoritarios; mientras los prioritarios, que, además, afectan a la mayoría, continúan igual o peor; veámoslo:
- Está demostrado que la familia española, en cuanto ayudas fiscales y de cualquier otro tipo, ocupa, estadísticamente, los últimos sitios comparado con el resto de la Unión Europea, la de de los quince.
- Nuestro sistema general de enseñanza comparado con los países de la OCDE, según Informe Pisa, es de los que ofrece peores resultados. La mayoría de adolescentes españoles no sabe resolver problemas elementales de cálculo y no comprende lo que lee. ¡Gravísimo!, ¿verdad?
- El bajo índice de natalidad junto con el retraso de la edad de la mujer a la hora de tener su primer hijo tienen causas comunes que son las condiciones de trabajo reales y discriminatorias de la mujer en España, unidas a la falta de ayudas legales y de guarderías públicas, etc. etc.
- Las pensiones de España están entre las más bajas del mundo y un alto porcentaje no alcanza el nivel de subsistencia.- El paro y el empleo precario tienen entre la juventud universitaria española los porcentajes más elevados de Europa, siendo aún mayor entre las féminas.- La precariedad de las condiciones laborales y el paro impiden que la juventud pueda emanciparse. Consecuentemente, se alarga el momento de marcharse del domicilio paterno.
- El exponencial encarecimiento de la vivienda, que tiene como raíz la especulación del suelo. Y, lejos de remitir, crece año tras año.Y me detengo aquí. No porque estén todos, sino, tan sólo algunos de los más elementales porque ellos afectan a muchos, mayorías. Es decir, a millones de españoles. A los cuales, según pienso, los que gobiernan deberían mirarles - ¡por fin! - a la cara, con la promulgación de leyes y medidas que subsanen tanta discriminación y deficiencia. Que demuestren tratarlos como lo que son: ciudadanos de primera.
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