29 de noviembre de 2016: La pasada semana, tras la muerte por infarto de la ex -alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tuve la oportunidad de oír unas declaraciones del ex- ministro de Exteriores, García Margallo en las que manifestaba que lo que movió a la Sra.Barberá a permanecer como senadora había sido su voluntad de defender lo único que aún le quedaba después de haber sido desposeída de todo en su larga trayectoria política, y ese remanente era "su honor".
Sólo tuve ocasión de ver este trozo o corte informativo de la entrevista al ex-ministro, pero suficientes para que en mi memoria se encendiera la luz del recuerdo de esta obra del escritor alemán Heinrich Böll, que aborda idéntica cuestión. Es decir, "los primitivos y a veces hasta crueles métodos con los que la prensa amarilla tergiversa impunemente los hechos, destruyendo con ello 'la salud, el honor y el buen nombre de personas inocentes', que se convierten así en meros objetos de interés público.Un libro que todo el mundo debería leer para saber hasta qué punto se han de recibir con prudencia las noticias difundidas a través de cualquier medio de comunicación"
Las palabras en cursiva y entrecomilladas corresponden a Berta Vías Mahou, en su prólogo al libro citado.
28 de abril de 2018: El caso
Cifuentes resucitó en mi memoria "El honor perdido de Katharina Blum" novela del escritor alemán Heinrich Böll, galardonado con el Nobel de Literatura en 1972. La obra basada en un hecho real fue escrita en 1974, y tuvo inmediato éxito mundial. A través de ella Böll quiso denunciar las infames malas prácticas periodísticas practicadas
por un periódico concreto, el Bild-Zeitung , prensa amarilla, propiedad del grupo
editorial Axel
Springer AG. Particularidad que yo desconocía, porque las dos veces que leí la novela me centré sólo en el daño causado a la persona, a una simple y vulgar empleadas del hogar que como quien dice, tuvo la mala suerte de "pasar por allí". En ambas ocasiones pasé por alto que el gran logro del escritor alemán y la importancia de esta novela, consistió en mostrar la inmoralidad, tanto del máximo responsable, el editor, como de los periodistas(los empleados) por sin escrúpulo alguno, el ¡ todo vale! a la hora de obtener datos y escribir lo que les mandan que escriban .
Hecho – repito- desconocido por mí hasta hace pocos días cuando llevada por la actualidad informativa, centrada entonces, casi en exclusiva, en vituperar a Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad
de Madrid por el Partido Popular, recordé este librito, cuya lectura
recomiendo. Porque lo allí contado por Böll es universal, extensible a
cualquiera de las otras sociedades modernas actuales, en las que algunos medios de comunicación de gran difusión entre la opinión pública general , con sus informaciones-
falsas o verdaderas, pero tendenciosas y manipuladas, van destinadas tanto a crear como a destruir personajes públicos. Pero lo peor- reflexiono- es que tan deleznable acción
queda impune. Y, además, se repite y repite, sin que se levanten muchas y
airadas voces reclamando ética (MORALIDAD) periodística. Opino que tanto el medio, como el "profesional" que se hubiere prestado a ello, deberían recibir SANCIÓN PROPORCIONAL AL DAÑO CAUSADO, Y LLEGADO EL CASO HASTA LA EXPULSIÓN DEL EJERCICIO DE LA PROFESION. Y todo ello, además, sin que haya necesidad de un procedimiento judicial NI una condena por libelo. Se deben arbitrar medios y controles eficaces para que EL PERIODISMO SEA UNA PROFESIÓN DIGNA, y los periodistas cuenten la Verdad, la Verdad pura y dura y en tiempo real, o sea, cuando ocurra.
En el caso Cifuentes, es decir, en el caso
real español, han coincidido las cuestionables malas prácticas periodísticas tanto del medio de izquierdas, diario.es,el que publicó lo del máster sobre la
base de datos obtenidos por un docente resabiado por más que irregulares métodos, como el de
derechas, Okdiario.com que publicó ( lo que ya no tiene nombre) un vídeo del año 2011, de una cámara de
seguridad de un supermercado. Asunto , resumiendo, en el que el corporativismo de la clase periodística española se ha puesto de
manifiesto al no haberse producido una descalificación general por publicar información
obtenida por tan poco ortodoxos métodos.
11 de agosto de 2018: El intempestivo nombramiento por parte del IE de la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, pone otra vez a los dos medios antes apuntados , diario.es y okdiario.com, en la diana informativa. Aunque ahora, al parecer, cambian los tercios, diario.es omite y okdiario da.
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