lunes, 6 de junio de 2011

Lo suicidios de France Telecom(¿Y en España?)

Continuación:
Acabo de releer el artículo "Quemarse a lo bonzo por el trabajo", publicado por ABC,XL Semanal, nº 1230, del cual, he extraído los párrafos que a continuación detallo:
"El suicidio de Rémy ha reabierto una herida que se cerró en falso con la dimisión de la cúpula anterior, muy criticada porque tardó años en reconocer siquiera que existía un problema. La nueva dirección, desde febrero de 2010, la lidera Stéphane Richard, un negociador nato que
(…)utiliza dos líneas de defensa que ya esgrimió su antecesor, Didier Lombard: 1) La cuenta de resultados: o eres rentable o la empresa se va al garete.(…) 2) La decisión de suicidarse es un asunto misterioso, íntimo y en el que confluyen factores diversos, como una depresión, soledad o problemas de pareja. Pero Christophe Dejours, psicólogo del trabajo y autor de un estudio interno encargado a raíz de la primera tanda de suicidios, replica (…) en France Télécom se suicida gente que no tenía ningún problema personal; gente sin neurosis o pulsiones morbosas. Esto es novedoso y muy inquietante».
"Otro rasgo sorprendente y que tiene a los investigadores desconcertados es el carácter espectacular de muchos de los suicidios. «Quemarse a lo bonzo es muy infrecuente. Denota una voluntad de rebelarse contra la injusticia. Y hacerlo en una dependencia de la empresa es un gesto simbólico. Una forma muy visible de protestar. "
"El ex consejero delegado Didier Lombard y su adjunto, Louis-Pierre Wenes, además del antiguo director de recursos humanos, Olivier Barberot, no solo se vieron obligados a dimitir. También se verán las caras con la justicia.
De 300 a 400 trabajadores galos se quitan la vida cada año. Y existen antecedentes en Renault, Peugeot y EDF (gas y electricidad). Hasta el punto de que el suicidio ya tiene consideración de accidente de trabajo y, por tanto, es indemnizable. La compensación ronda los 45.000 euros."
Después de releer el artículo, así como información acerca de los directivos de France Telecom, (de  los tres  anteriores, Lombard, Wenes y Barberot,  como del actual, Richard) todos ellos personajes muy ligados al poder político-económico del país vecino, me ha entrado un sentimiento extraño fruto de la siguiente reflexión: Si en Francia ocurren estos hechos sin que sus principales responsables   tengan el merecido castigo, ¿qué no podrán hacer esta misma clase de gente en España, país de Jauja? ; ¿qué no habrán hecho? Cuando, aquí en España, y desde las mismas épocas que en Francia, mediados los noventa, las multinacionales españolas de los sectores de comunicación, financiero, medios, etc., han llevado a cabo monumentales procesos nacionales de concentración y fusión, seguidos  de su  expansión fuera de las fronteras nacionales, en similar tónica a la de la empresa gala. ¿No ha sido "brutal" la disminución de las plantillas españolas de grupos empresariales como Prisa, Telefónica, Banco Santander, o BBVA, por citar algunos ejemplos?Los argumentos empleados por dichos entramados de poder españoles, ¿ no son los mismos que los de los franceses ?¿ Las estrategias  y medidas empresariales empleadas por las multinacionales españolas  no son las mismas? Enunciaré unas cuantas: incremento del valor de la acción para el accionista; optimización de resultados mediante  la  reducción de los costes laborales, con la desaparición de primas y otros derechos adquiridos por la plantilla, el full time y la dedicación exclusiva que conlleva la no retribución de las horas extras, los sueldos cerrados, y los bonus , cuyo reparto es una muestra más de la arbitrariedad imperante en estas empresas ; los ERES y despidos masivos aunque la cuenta de resultados esté arrojando abultados beneficios, luego de haber practicado los múltiples artificios fiscales y contables que la legalidad les permite; y   etc., etc.

Seguiré en otro rato. 


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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.