El delito del acoso laboral, julio 21, 2006

No he leído aún los términos de la decisión del Consejo de Ministros del pasado 8 de julio por la que el acoso laboral pasa a ser delito. Medida que aplaudo, pero pienso se ha tardado mucho en tipificar esta fechoría que se viene practicando ya con cierta antigüedad en este país. Hasta la fecha con total impunidad, tanto para el ejecutor material como para sus impulsores morales. Estos últimos, los más culpables. Quiero decir, los que tienen mayor responsabilidad, los verdaderos "delincuentes", los dirigentes y propietarios de las empresas en donde se comenten.
Espero que la ley acordada establezca con claridad y firmeza, la responsabilidad de la empresa. Castigando con rigor a la que, por activa o por pasiva, consienta o haya consentido este tipo de práctica. Algunas veces empleada, desgraciadamente, por las organizaciones más importantes como la administración pública, (ministerios, ayuntamientos, ejército, etc.) y las grandes empresas o corporaciones como Telefónica, Cajas y Bancos, etc. Todas ellas con numerosa plantilla de cierta edad y tenedora de condiciones laborales superiores a las que aplican a la plantilla contratada posteriormente, cuyas condiciones, - sabidas por todos - se caracterizan por la precariedad con bajos sueldos, interminables jornadas laborales, la no percepción o cobro de horas, etc.