
Ayer hablaba del
Fòrum de Barcelona, cuyo
balance final e independientemente de las cifras mostradas o por mostrar, no cubrió las expectativas creadas. El evento fue, a mi entender, demasiado oficial, artificial y político, lejano, en suma, a la realidad del ciudadano común. Su lema, “
lugar de encuentro de culturas '', no se llevó a la práctica porque se negó, no se dió entrada ni testimonio de la esencia multicultural española, de la cual
Cataluña forma parte; ya que
España es en si misma una buena fuente de diversidad cultural, como lo demuestran las diecisiete comunidades que la forman, con cada una de ellas idiosincrasia, costumbres, cocina, música, bailes, etc.propios y alguna hasta lengua. Riqueza cultural que se ha visto aumentada estos últimos años con
el aluvión de personas llegadas del resto del mundo . Acabo de leer que hay diseminados por la geografía nacional unos
tres millones de emigrantes( un 42% sin papeles) de diferentes nacionalidades, etnias y religión, tales como hispanos, magrebíes, subsaharianos, rumanos y de otros países del Este europeo, chinos, etc. Sin embargo, no sé si esta diversidad de personas, con sus respectivos bagajes culturales, se sintieron representadas en aquel artificioso y faraónico foro.
Al menos, tanto como lo están en los accidentes laborales,entre cuyas víctimas, con frecuencia, hay algún trabajador extranjero . Como buen e inmediato ejemplo, está el ocurrido el pasado
lunes de Pascua, en
Villamiel(Toledo), cuando
una furgoneta se salió de la carretera y cuatro de sus ocupantes murieron y otros cuatro resultaron heridos de gravedad. Eran obreros de la construcción que iban a la obra. Sólo el patrón era español. Leí el suceso y no he vuelto a saber nada más.O aquel otro, todavía cercano, de un barco pesquero español que naufragó y las víctimas eran originarios de Africa, Suramérica y España.
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